En la siembra directa, existen plagas que encuentran el mejor terreno para desarrollarse: suelos sin disturbios y con alta cobertura y humedad, son frecuentemente invadidos por  insectos como los bichos bolita o los gusanos blancos.

Pero abandonar el sistema y volver a la labranza no es la solución, de acuerdo con la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid).

De allí que desde Aapresid decidieron difundir una serie de recomendaciones para contrarrestarlos de forma temprana y estratégica, sin dejar de lado la siembra directa.

En cuanto a los bichos bolita y los gusanos blancos, Aapresid recordó que estos insectos de suelo son perjudiciales principalmente en cultivos de invierno.

Y aunque pueden ser aliados al mejorar las propiedades del suelo y contribuir a la descomposición de residuos orgánicos, cuando su población crece se transforman en plagas que amenazan la implantación de los cultivos.