A pesar de la continuidad de las lluvias ocurrida a partir de mediados de noviembre permitió sostener e incluso mejorar las proyecciones de cosecha de trigo, ahora la persistencia de las mismas, incluso con tormentas intensas que sacuden importantes zonas productivas, está comenzando a transformarse en un problema.

La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) ya advirtió por muchos lotes con pérdidas de cultivos por inundaciones en la zona núcleo y ahora la Oficina de Riesgo Agropecuario (ORA) también sumó su señal de alerta: el 30% de los lotes del cereal tiene un fuerte retraso en la cosecha y eso podría incidir en pérdidas tanto de rinde como de calidad.