La industria argentina deberá afrontar un 2024 lleno de desafíos. Por un lado, la ganadería tendrá que concretar un proceso de recuperación respecto al fuerte golpe que significó la histórica sequía, que llevó a la actividad a un proceso de liquidación que redundará en una merma en el rodeo nacional, mientras que los eslabones industriales y comerciales tendrán que poder sobrellevar una muy posible caída del consumo interno, producción y exportaciones.

Según La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), el panorama para este sector durante el año que viene no será tranquilo y, para algunos eslabones de la cadena, tampoco será auspicioso. Así, uno de los indicadores que más caerán en 2024, según proyecciones de la BCR, será el consumo interno, con un retroceso interanual del 8,7% hasta las 2,2 millones de toneladas, seguido de una merma en la producción de carne del 8% a 3 millones de toneladas y por un descenso en los envíos al exterior del 6,1% hasta las 842.000 toneladas.

El principal factor que explicará este caída en sus principales índices es el proceso de retención que emprenderá el sector ganadero para poder recuperar el stock de animales afectado por la sequía, lo cual no solo tendrá impacto en la oferta de cabezas para consumo, sino también significará una fuerte presión alcista, tanto para los precios de la hacienda, como para la carne en el mostrador.