La principal discusión en la cadena cárnica argentina que muchos Gobiernos han intentado zanjar sin poder siquiera comenzar a tender un puente: se trata de la formalización de un status sanitario único para los frigoríficos y matarifes que operan en el país y que, dependiendo de su jurisdicción, muchas veces tienen que cumplir normas muy distintas.

Al haber establecimientos autorizados para faena nacional, otros provincial y otros solo municipal, a veces las condiciones sanitarias son diferentes, lo que implica una competencia desleal, y que los niveles de control se hacen complicados.