La decisión del Gobierno de restringir las exportaciones de carne vacuna, con el objetivo de controlar los precios del mercado interno, impactó en el ingreso de divisas de esta cadena de valor, de acuerdo a estimaciones privadas.

En un contexto de mayor demanda de proteína animal a nivel mundial y una tendencia alcista en los valores internacionales, Argentina cerrará las ventas externas de carne por debajo de las cifras de 2020, mientras algunos de los principales jugadores a nivel mundial del negocio empiezan a acomodarse a esta nueva coyuntura y marcan presencia.

En junio, las exportaciones de la industria frigorífica cayeron en 25.000 toneladas, en relación al mismo mes de 2020. A pesar de estas restricciones, China sigue siendo el destino excluyente de los embarques, con un 78% del total despachado, pero con un 47% menos de envíos en la comparación interanual. En este contexto, las mayores caídas se registraron en países de la región, como Chile y Brasil, con recortes de 49% y 54%, respectivamente.

En este contexto, los frigoríficos argentinos piden certezas al Gobierno sobre una flexibilización en las ventas externas, mientras el oficialismo condiciona esta situación a que se no aumenten los precios de venta al público. Un dato a tener en cuenta es que desde el inicio de las restricciones a las exportaciones, anunciado a finales de mayo, los precios internacionales de la carne vacuna comenzaron a mostrar una tendencia alcista. Así, aumentaron hasta USD500 la tonelada en relación al mismo período del año pasado y promediaron los USD4.582 la tonelada.