El Instituto para la Promoción de Carne Vacuna de la Argentina (IPCVA) realizó una encuesta sobre la modificación de hábitos durante la pandemia.

«En este contexto de ciencia ficción, una de las preguntas que nos hicimos cuando tuvimos que guardarnos, y más teniendo el diario del lunes de lo que venía sucediendo en España, Italia y EEUU, fue y ahora ¿Cómo nos arreglaremos con la comida?«, expresó Adrián Bifaretti, Jefe de Departamento de Promoción Interna del IPCVA, al compartir los resultados del estudio.

«Según la gente, la cadena de ganados y carnes fue una de la que estuvo a la altura de las circunstancias reaccionando rápido tras la protesta sectorial que acontecía por esos días y puso todo su esfuerzo en abastecer de la mejor manera posible a un mercado asustado y nervioso, explicó.

El estudio encarado por el IPCVA, el «Monitor de consumo online» llegó a algunas conclusiones en cuanto a la modificación de los hábitos de los consumidores durante la cuarentena.

Por un lado, determinó que un 44 % de los consumidores reconoce que se aprovisionó con elevada cantidad de productos ricos en carbohidratos, y un 37% hizo lo propio para el caso de las verduras. En el caso de la carne vacuna, un 27% manifestó abastecerse en cantidad.

Mientras que en el segmento de nivel socioeconómico más «acomodado», según estableció la encuesta, solo un 13% compró carne en cantidad para encarar su período de cuarentena, en el nivel más «bajo» ese porcentaje trepó al 31%.

Por otra parte, concluyó que las mujeres le otorgan más importancia al precio, y los varones le dan mayor relevancia a la calidad.

Si bien el 40% de la población manifiesta que el precio es la variable más importante, los millenials (es decir quienes tienen de 26 a 35 años), responde en un 33% a este factor y le otorga mayor influencia a la calidad.

Además, solamente un argentino de cada diez manifestó algún problema puntual con el abastecimiento de carnes, en comparación con otros alimentos, como verduras, harinas, aceites, entre otros.