Es por la falta de rentabilidad de la actividad.

La producción avícola no logra obtener rentabilidad tras verse seriamente afectada por la suba de salarios y tarifas se servicios públicos, la fuerte presión impositiva, y el impacto que tuvo la escalada del dólar durante el 2018 sobre los precios de los insumos.

Así lo indicó a Infobae Ricardo Unrrein, presidente de la Cámara Argentina de Productores Integrados de Pollos, quien consignó que “los que estamos mal somos los que criamos al pollo y no los que lo comercializan a través de la cadena frigorífica, que en este momento están trabajando bien y esperamos que haya desde este sector un derrame al sector primario”.

Unrrein comentó que actualmente la avicultura llamada “integrada” provee el 95% de los pollos que se faenan en el mercado argentino y, expresó que el kilo de pollo producido se paga por parte de los frigoríficos “entre $6 y $7 cuando tenemos un costo de producción de $10, y para que se tenga rentabilidad deberíamos cobrar a razón de $11 a $12. Es por eso que desde el sector frigorífico se debe valorar más al productor integrado, ya que les estamos cumpliendo con el aporte del 50% de la cadena avícola”, expresó el representante de los productores integrados.

Desde el mercado avícola aseguran que no resulta fácil sostener un nivel de demanda semejante atento al incremento que exhibieron los costos de producción, fundamentalmente en 2018. Esto llevó a que la producción, que hasta el 2013 creció a un ritmo del 20% interanual, hoy está en retroceso.

Si bien hace seis años se alcanzó una producción de casi 3 millones de toneladas de pollo eviscerado, hoy este número se ubica cerca de los 2 millones. Actualmente son unos 4.800 productores de pollos.

Consultado por la falta de rentabilidad, Unrrein justificó esto en “la sobreoferta de galpones que hay para la producción avícola, con lo cual los frigoríficos se aprovechan de esa situación. Hoy no tenemos un buen diálogo con el sector frigorífico. Desde la cámara empresaria que los nuclea aseguran que no tienen fuerza entre sus asociados para que nos paguen más. Son excusas, ya que tienen una posición dominante, donde el criador de pollos se lleva la peor parte”.

“Así el productor avícola termina perdiendo. Con galpones que se deterioran y cortinas que están en muy mal estado. Así seguiremos hasta donde se pueda, aunque habrá que empezar a dejar y desarrollar otra actividad. Hoy hay productores, por ejemplo en Entre Ríos, con 15 mil a 20 mil pollos, montados sobre una extensión de hasta 5 hectáreas que no tienen así posibilidad de subsistir”, explicó Unrrein.

En Entre Ríos, de los $ 7 que podría recibir el productor avícola por kilo de pollo faenado debe destinar casi un 30% al pago de impuestos y energía eléctrica. Esto se debe a que los establecimientos avícolas deben abonar un 3% en concepto de Ingresos Brutos y también otro 4%, entre otros gravámenes, por el Impuesto a los Créditos y Débitos en las Cuentas Bancarias, es decir el Impuesto al Cheque. Luego entre un 15 al 20% del precio que paga el frigorífico se destina a cumplir con la tarifa de electricidad.