La crisis frutícola, sobretodo, y sumado al alto daño que produce la incidencia de factores ambientales, causaron daños graves y la situación empeoró.

La crisis de los últimos diez años en la actividad frutícola de la provincia de Neuquén provocó que el uso que se le daba a la tierra se traslade a rubros diferentes. Entre ellos, la reinversión de las tierras a la siembra de frutos secos o incluso a la construcción de galpones para depósitos demandados por la industria petrolera.

De acuerdo a las cifras que arrojó el Censo Nacional Agropecuario 2008, que compartió el diario Río Negro, en los departamentos Añelo y Confluencia la superficie destinadas a la actividad representaban el 87,3 % a nivel provincial, es decir 11.239,3 hectáreas, de las que el 88,63 % eran de pequeños y grandes productores en explotaciones de hasta 50 hectáreas.

Diez años después, Neuquén redujo un 57,0% la superficie , seguido por la localidad de Plottier con un 34,9% y Senillosa 30,8% como las zonas que mayorimpacto registraron.

Pérdida de competitividad, mayores costos en mantenimiento y mano de obra, traslado del personal al sector hidrocraburífero, o la venta de lotes para construir galpones y depósitos son algunos de los motivos que se reflejan en los números.

Para los especialistas, las políticas de promoción, el problema en la reducción de tierras destinadas a la actividad es multicausal es decir, no existe una única variable que defina su progresivo deterioro.

Si bien en áreas como elconurbano Neuquén-Plottier fueron las más afectadas. La geografía cambió a medida que se consolidaron las inversiones, principalmente para satisfacer las urgentes demandas habitacionales o los inestables cambios en la moneda, el panorama se repite en todas las aproximaciones al río Neuquén. Y a través de datos más actuales, la Encuesta Provincial Frutícola de 2014 y 2017 indicó que en las localidades de San Patricio del Chañar y Vista Alegre la pérdida de tierras productivas se reflejó entre un 10 % y 23%. Conviertiéndolos en los sectores que menos se redujeron, pero que siguen sumando hectáreas sin producción.

La falta de rentabilidad por el aumento de costos es uno de los mayores problemas que enfrentan los pequeños y medianos productores aún vigentes en el mercado.

Sumado al alto daño que produce la incidencia de factores ambientales como las heladas o granizo, que no pueden contrarrestarse por la falta de inversiones.

Según Facundo López Raggi, ministro de Producción e Industria de la Provincia, otro de los factores que incidió es “la caída en la demanda, la competencia dispar y la actual coyuntura económica que provocaron impacto en la fuente de trabajo, tanto en los puestos fijos como en los temporales porque se han trasladado al petróleo”.