Según la estadística, Córdoba recibió durante el pasado año a 25.535 viajeros que sumaron un total de 77.811 pernoctaciones, lo que se refleja en una estancia media por viajero de algo más de tres días. Esto deja a la provincia solo por detrás de Málaga, que mantiene su hegemonía en cuanto a turismo rural en Andalucía, tras anotar 67.778 visitantes y 138.309 noches (4,7 de media) en el curso del coronavirus.
Para dar forma a la comparativa, en 2019 los números de Córdoba fueron 48.112 viajeros y 127.449 noches (2,6 de promedio), por lo que el covid redujo los visitantes en un 46,93% y las pernoctaciones en un 38,95%, quebrando de esta manera una tendencia alcista que arrancó en 2015. La pérdida media andaluza fue del 50,11% y el 49,99%, respectivamente, después de que cuatro provincias -Sevilla, Huelva, Granada y Almería- se dejaran más de la mitad de sus visitantes en el último ejercicio completado.
En números redondos, a los destinos cordobeses arribaron durante 2020 apenas 2.116 visitantes foráneos que acumularon 6.342 pernoctaciones, siendo de lejos los números más pobres de la serie desde que el Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía contabiliza estos registros, en 2013. Un año antes, en 2019, el turismo internacional batió récord en la provincia cordobesa con 13.983 viajeros y 47.898 noches, lo que supuso un 29% del total de visitantes. Ese porcentaje ha bajado hasta el 8,28% en este último balance ahora conocido, provocando una pérdida difícil de compensar por el turista nacional.