La baja disponibilidad de soja de la campaña 2022/23 profundizará el escenario crítico que vive la industria aceitera, que pasará un verano complicado hasta el empalme con la cosecha gruesa del próximo año.

De acuerdo a la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), solo quedan 1,9 millones de toneladas disponibles para comercializar hasta marzo/abril de 2024.

En promedio, la bolsa rosarina calculó que para los últimos cuatro meses de campaña, siempre quedaban disponibles para vender un volumen cercano a las 5 millones.

“En soja, la lógica imperante durante un año como este, arrasado por la sequía, ha devenido en volúmenes comercializados muy por debajo de la media, llevando a un atraso relativo de casi el 60% con relación al promedio de las últimas diez campañas a esta altura del año”, advirtieron.