La posibilidad de hacer un alto en la rutina siempre es una excelente opción en cualquier época del año, sobre todo en la primavera con temperaturas más cálidas y días más extensos. Las pequeñas localidades bonaerenses son ideales para esa aventura de tranquilidad y descanso.

A no más de 200 kilómetros de la Capital Federal, los turistas descubrirán que en los Pueblos Turísticos la naturaleza, la hospitalidad y la comida casera se conjugan para brindar una estadía reparadora.

Vuelta de Obligado

Este pequeño poblado está ubicado en el partido de San Pedro, donde en 1845, sobre las aguas del Río Paraná de las Palmas, se libró la Batalla de Obligado en defensa de la soberanía nacional.

Ese hecho dejó sus marcas a través de monolitos y monumentos en el Parque Natural Histórico que recuerda a quienes se enfrentaron contra las fuerzas anglofrancesas. Aquí también se emplaza una baliza asociada a la gesta y una réplica de las cadenas que impidieron el avance extranjero.

La flora y la fauna local se puede observar en la Reserva municipal y refugio de vida silvestre. A través de los senderos, los visitantes podrán conocer la vegetación nativa del nordeste de la Provincia y también avistar aves, insectos y otras especies de animales.

Los días de sol son una invitación a disfrutar de la playa pública que cuenta con canchas de vóley y fútbol, sombrillas, servicio de guardavidas y puestos de artesanos.

Los días de sol son una invitación a disfrutar de la playa pública que cuenta con canchas de vóley y fútbol, sombrillas, servicio de guardavidas y puestos de artesanos.

Los días de sol son una invitación a disfrutar de la playa pública que cuenta con canchas de vóley y fútbol, sombrillas, servicio de guardavidas y puestos de artesanos.

“Alpinas de Obligado” –FB:@alpinasobligado2017– es un emprendimiento local y familiar que desde hace doce años lleva adelante María Victoria Villalba. “El complejo turístico que atendemos nosotros mismos incluye tres cabañas alpinas, donde los pasajeros encuentran todo lo que necesitan para disfrutar de una estadía sana, segura, responsable, rodeados  de verde, naturaleza, tranquilidad y paz absoluta”, describió Villalba.

Las cabañas “Mai Piu”–IG: @maipiu_sanpedro– son dos hectáreas de campo para conectar con la naturaleza. Cuentan con dos piscinas, estacionamiento, servicio de bar y restaurante; y el hospedaje “Ayres de Obligado” –IG: @ayresdeobligado– ofrece desayuno, pileta, jacuzzi y playa húmeda.

Por otro lado, en “El Mangrullo de Obligado” –IG: @elmangrullocabanas– los visitantes podrán conectar con la armonía de un paraíso natural, donde solo escucharán el canto de las aves, el correr del agua en las piscinas y disfrutarán de una postal panorámica inigualable desde el mangrullo.

Villa Ruiz

Este Pueblo Turístico, que se encuentra en el municipio de San Andrés de Giles, a 93 kilómetros de la Capital Federal, es un lugar pintoresco, con antiguas casas de ladrillo, almacenes de campo y callecitas de tierra típicas de los poblados bonaerenses

Este Pueblo Turístico, que se encuentra en el municipio de San Andrés de Giles, a 93 kilómetros de la Capital Federal, es un lugar pintoresco, con antiguas casas de ladrillo, almacenes de campo y callecitas de tierra típicas de los poblados bonaerenses

Uno de los paseos más recomendados es visitar la estación de trenes donde funciona el Museo Ferroviario y recorrer el pago a pie, cruzarse con la sonrisa amable de un lugareño y disfrutar del silencio de los días de campo.

Villa Ruiz propone saborear las delicias que se elaboran en los restaurantes camperos con su entorno tranquilo y rural. En “Las Flores” –IG: @lasflores_villaruiz– ofrecen parrilla, picadas, pastas, postres y menú sin TACC.

Villa Ruiz propone saborear las delicias que se elaboran en los restaurantes camperos con su entorno tranquilo y rural. En “Las Flores” –IG: @lasflores_villaruiz– ofrecen parrilla, picadas, pastas, postres y menú sin TACC.

Villa Ruiz propone saborear las delicias que se elaboran en los restaurantes camperos con su entorno tranquilo y rural. En “Las Flores” –IG: @lasflores_villaruiz– ofrecen parrilla, picadas, pastas, postres y menú sin TACC.

Pipinas

 

Se trata de una pequeña comunidad rural del partido de Punta Indio con un importante patrimonio industrial, cultural y natural que tuvo su momento de auge a partir de 1938 cuando se instaló una cementera que cerró sus puertas en la década del noventa.

A partir de esa situación los vecinos decidieron formar una cooperativa “Pipinas Viva” y apostar al turismo rural de base comunitaria. Este grupo recuperó el antiguo hotel local –FB: Hotel Pipinas–, construido por la empresa Corcemar para la instalación de la fábrica.

A partir de esa situación los vecinos decidieron formar una cooperativa “Pipinas Viva” y apostar al turismo rural de base comunitaria. Este grupo recuperó el antiguo hotel local –FB: Hotel Pipinas–, construido por la empresa Corcemar para la instalación de la fábrica.

Durante el fin de semana el hotel recibe contingentes que llegan para disfrutar de un día completo. La propuesta incluye el circuito cultural, almuerzo en el salón del hotel y paseo por la costanera del río en Punta Indio.

Durante el fin de semana el hotel recibe contingentes que llegan para disfrutar de un día completo. La propuesta incluye el circuito cultural, almuerzo en el salón del hotel y paseo por la costanera del río en Punta Indio.

Otro sitio para visitar es “Un gigante, cenizas para el recuerdo”, el sendero interpretativo sobre la historia del lugar en el que se ve la chimenea de la ex fábrica.

Pipinas promete al paladar degustar las mejores carnes pampeanas en “El Carrito de la 36” –FB: @elcarritodela36– y en el restaurante “La Estación” –FB: Restaurante La Estación–, donde también ofrecen sorrentinos de jamón y queso, ñoquis de verdura y comidas sin TACC. Para los días muy fríos de invierno, el locro y el mondongo son los platos ideales que templan el cuerpo, según cuentan los visitantes.

Los Pueblos Turísticos de la provincia de Buenos Aires –buenosaires.tur.ar–invitan a pasar un fin de semana largo inolvidable entre paisajes rurales, platos caseros y la tranquilidad de las pampas bonaerenses, con la amabilidad propia de sus pobladores que hacen del turismo comunitario un proyecto de vida para generar trabajo y preservar el patrimonio natural, social y arquitectónico que identifica a las pequeñas comunidades del territorio bonaerense.