La Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas (Fifra) alertó que las empresas del sector están trabajando con pérdidas económicas, pese al alto nivel de producción.
“La oferta de ganado para faena es alta pero no compensa los mayores costos de la actividad que afectan el resultado económico de las empresas. Las plantas operan con menos personal por el coronavirus, hay complicaciones logísticas para el reparto de carne, los subproductos no tienen valor y se exporta a precios más bajos que en 2019”, alertó Fifra, a través del editorial que elabora todos los meses su presidente, Daniel Urcía.
En el caso del COVID-19, Urcía amplió que uno de los principales problemas es trabajar con menos operarios, debido a aquellos que se contagian o a quienes están en grupos de riesgo, mientras que los compromisos salariales se honran sin cambios. En paralelo, las dificultades para la circulación complican el traslado y reparte de carne, lo que genera costos adicionales para la cadena.
Además, “en este contexto el cuero no tiene valor y los demás subproductos precios muy bajos lo que empeora la ecuación. Todo eso se traduce en pérdidas económicas para las empresas”, insistió Urcía.
En agosto, el promedio diario de faena fue de 59.875 cabezas, “un excelente nivel de actividad que ayuda a amortiguar los mayores costos, pero que no se traduce en rentabilidad”, completó.
En este contexto, realizó dos pedidos al Gobierno nacional de medidas que podrían ayudar a la cadena a mejorar su situación económica.
IVA. “En el proyecto de presupuesto para 2021, nos hubiera gustado que se incluyera la modificación al artículo 28 de la Ley al Impuesto al Valor Agregado, incorporando el numeral b.1 para que el servicio industrial que presentan las plantas de faena de animales estuvieran gravadas con la misma alícuota que las especies citadas en el punto 1 del inciso a); es decir, las especies bovina, porcinas y aviar”, precisó Urcía.
Consideró al respecto que se trata de una medida sin costo fiscal y que significa un paliativo para el sector, ya que evita saldos técnicos y mejora el ambiente de ordenamiento. “Ante la caída del valor del cuero, es indispensable que se realice”, añadió.
También referido a los cueros, Fifra se quejó de que el Gobierno no prorrogara el régimen de exportación de cueros crudos sin retenciones. Citó al respecto casos de frigoríficos radicados en el NOA que tuvieron que pagar derechos de exportación para honrar la obligación contractual que contrajeron cuando este tributo se había eliminado temporariamente.
“Exportaron un contenedor con aproximadamente mil unidades (25 mil kilos) de cueros en 18 mil dólares y tuvieron que pagar un tercio en impuestos. Con el resultado de esa operación, se debían abonar todos los costos de salariales, de salado o la logística, entre otros. En conclusión, la pérdida fue total y lo más lamentable es la desazón que genera en todo el ambiente de una zona que no se caracteriza por tener flujo exportador”, describió Urcía.