Y a pesar de la devaluación, las exportaciones de equipos argentinos también cayeron.
En el año 2018 la importación argentina de sembradoras sumó 3,91 millones de dólares CIF versus 16,8 M/u$s en 2017, según datos oficiales del Sistema de Consulta de Comercio Exterior de Bienes del Indec.
Mientras que en el primer trimestre del año la sequía estival frenó las importaciones de equipos, a partir del segundo trimestre la devaluación del peso fue el factor determinante que provocó la completa interrupción del ingreso de sembradoras (fundamentalmente modelos John Deere provenientes de EE.UU. y México).
Sin embargo, la ventaja cambiaria generada por la devaluación no logró incentivar las exportaciones argentinas de sembradoras, que en 2018 sumaron 5,23 millones de dólares FOB versus 8,27 M/u$s en 2017 y 7,79 M/u$s en 2016.
Además, el 80% de las ventas externas totales correspondientes al año pasado se realizaron a naciones limítrofes –donde los costos operativos de las colocaciones son menores– mientras que el 20% restantes se repartió entre Rusia, Sudáfrica, Bulgaria y Perú.
Si bien la depreciación de la moneda constituye un incentivo para el sector exportador, el mismo, en el caso de los fabricantes de sembradoras, no pudo expresarse debido a la pérdida de competitividad generada por restricciones financieras, elevada inflación y alta presión impositiva.
El tipo de cambio de referencia BCRA, que arrancó el año con un promedio mensual de 19,0 $/u$s en enero de 2018, comenzó a subir de manera significativa a partir de mayo (23,6 $/u$s) para alcanzar un máximo mensual de 38,5 $/u$s en septiembre y terminar en diciembre en 37,4 $/u$s.