Una iniciativa impulsada por la OMT, que distingue a destinos turísticos sostenibles, seleccionó a esta comunidad originaria dedicada a la producción agroganadera familiar, que comenzó a desarrollar el turismo rural conservando las costumbres y tradiciones de sus habitantes.
Ubicado en el departamento de Valle Grande, a 240 kilómetros de San Salvador de Jujuy, se encuentra Caspalá, un pequeño pueblo colorido por cintas de colores y rebozos bordados que se destaca por la calidez de su gente y la magia de su entorno.
Rodeado de paisajes vírgenes con cerros de 4 mil metros de altura, las 50 familias que allí habitan se dedican a la producción agroganadera familiar e incursionan en el desarrollo del turismo rural, ofreciendo una experiencia adaptada a los modos locales que invita a participar de la siembra y la cosecha, del ordeñe de cabras, deshoje de chalas, elaboración de queso y a explorar la cultura agrícola de la región.
Además de deslumbrar por su riqueza natural con cascadas naturales y hasta una travesía por el Camino del Inca, el pueblo presenta otros atractivos que valen la pena conocer como la Iglesia Santa Rosa de Lima, construida en la década de 1840, y dos circuitos arqueológicos: «el Antigüito», que se destaca por sus construcciones antiguas de barro y piedras y «Pueblo viejo» cuyas ruinas arqueológicas supieron ser parte de una civilización prehispánica.
Gracias a su patrimonio cultural, el cuidado de la naturaleza y desarrollo de turismo rural, Caspalá fue elegido para representar a nuestro país en un concurso internacional de destinos turísticos sostenibles, conocido como el Best Tourism Villages (#BestTourismVillages), organizado por la Organización Mundial de Turismo (OMT).
Caspalá, quien representará a Argentina junto a Trevelin (Chubut) y Concepción del Yaguareté Corá (Corrientes), fue propuesta por la provincia de Jujuy al cumplir con los requisitos dispuestos por la OMT de ser un pueblo turístico de no más de 15.000 habitantes que conserva su medio ambiente y su cultura.