Con el avance de la ampliación del Río Salado, principal río bonaerense, se busca mejorar el desarrollo productivo y evitar inundaciones u otras complicaciones ambientales.
“Esta etapa consiste en la ampliación de la capacidad del Río Salado, permitiendo el escurrimiento encauzado para crecidas y proporcionando un aumento de su capacidad de conducción para así atenuar el efecto perjudicial de los desbordes”, dijo Victorio Américo Gualtieri, CEO de SABAVISA, empresa encargada del 50% de la obra que dirige la provincia de Buenos Aires.
Gualtieri, aseguró que “Esta cuenca abarca más de la mitad de la Provincia de Buenos Aires y se caracteriza por presentar en forma periódica inundaciones y sequías prolongadas, lo que genera pérdidas de gran magnitud en el sector agropecuario y en la
En los últimos 10 años se han emplazado en la Cuenca Baja del Río Salado, establecimientos agropecuarios con sistemas de engorde intensivo que aportan diferentes concentraciones de nutrientes y xenobióticos al río, que además posee su calidad de agua deteriorada por los aportes de la Cuenca Alta. El Río Salado desemboca en la Bahía de Samborombón y es uno de los principales tributarios del Río de la Plata.