La empresa de capitales brasileños lo anunció ayer.

La firma cárnica de capitales brasileños Minerva y que en la Argentina es dueña del frigorífico Swift, anunció ayer que planea asociarse con dos empresas distribuidoras de China para exportar directamente carne vacuna a este mercado gigante. De esta manera abre un negocio millonario que también incluye a nuestro país.

Según comunicaron desde la empresa brasileña ya se firmó un memorando de entendimiento en el cual se establece la creación de este joint venture entre las partes. Y agrega: “La compañía tiene como objetivo maximizar sus canales de distribución en China, permitiendo nuevas oportunidades de negocio y satisfacer la creciente demanda de proteína de carne de este país, que hoy representa aproximadamente el 15% de todo el consumo mundial de carne”.

Esta asociación, según detalló Ámbito.com, nace tras varios meses de negociaciones ya que Minerva venía trabajando con estos distribuidores chinos –llamados Xuefang Chen y Wenbo Ge- que se comprometen a poner a disposición toda su cartera de clientes. Y por su parte la empresa cárnica será la proveedora de carne proveniente no sólo de Brasil sino también de Argentina y Uruguay, donde cuenta con plantas industriales.

Además según explicaron desde la empresa, los socios chinos tendrán derechos preferenciales sobre las ventas de carne en el país asiático, pero no exclusividad. Esto es clave porque, a su vez, Minerva busca no perderse ninguna otra posibilidad de negocio que pueda surgir en este mercado en crecimiento. De todas formas, tal como detallan los voceros de la compañía brasileña, todas las compras dirigidas a China podrían hacerse a través de este joint venture.

Esta asociación es la primera de su tipo en la industria cárnica de Latinoamérica y abre una gran oportunidad de negocios para Minerva porque accedería a una jugosa cartera de compradores. El momento que se concreta tampoco es fruto del azar, ya que actualmente China está muy complicada luego de que se propagara el virus de la peste porcina africana en su ganado porcino. Esto llevó a una drástica reducción del stock y a la necesidad de que este país salga a comprar proteína animal al mundo.