Lo dijo durante su discurso este domingo por la noche el candidato a presidente por el Frente de Todos, quien logró, con más del 98% de las mesas escrutadas, una amplia ventaja sobre la fórmula del oficialismo.

Una paliza pura y dura que se potenció con el triunfo de Axel Kicillof en la provincia de Buenos Aires.

El candidato esperó que Mauricio Macri admitiera la derrota, a las 22.45, bajó del salón VIP en el tercer piso del Complejo C, en el barrio de Chacarita, y encaró para el escenario. A esa hora, el mapa electoral era monocolor: todo azul salvo Córdoba y la Ciudad.

No mencionó a Macri ni a Cristina Kirchner, su compañera de fórmula, y se enfocó en un eje: «Se terminó el concepto de venganza, de grieta», apuntó. Abajo, los militantes que antes cantaron la marcha peronista, corearon «se siente, se siente Alberto presidente».

«No venimos a restaurar un régimen, venimos a crear una nueva Argentina que tome en cuenta las mejores experiencias y que termine con este tiempo de mentiras», aseguró.

Sobre el escenario, se amontonaban Kicillof, Sergio Massa, Máximo Kirchner, Felipe Solá, Luana Volnovich y Verónica Magario. Antes se pasó un video enviado por la ex presidenta que pareció fuera de tiempo: alertaba sobre la demora de datos pero a esa hora, había datos oficiales.

Fernández reforzó otro eje destacado de su campaña, que encarará un gobierno federal, de «veinticuatro gobernadores y un presidente!». Juan Manzur, el jefe tucumano que fue uno de los más activos en la campaña, voló hasta Buenos Aires para sumarse al festejo.

Muy lejos, con apenas el 8,35% de los votos quedó la fórmula integrada por Roberto Lavagna y Juan Manuel Urtubey. Tan relegado quedó Consenso Federal que no llegó siquiera a erigirse en una tercera vía con proyección de futuro y muy probablemente pase a la historia sin pena ni gloria.

El escenario político ultrapolarizado quedó en evidencia en las urnas. Los dos candidatos más votados concentraron por sí solos el 80% de los votos y se espera que de cara a octubre los dos sumen más voluntades a medida que los votantes de otras fuerzas busquen un «voto útil» hacia alguna de esas dos fuerzas.