Por las malas condiciones climáticas en tiempos de cosecha, una importante cantidad de limones no se pueden comercializar en el mercado interno e internacional por no cumplir con las exigencias de calidad, se están regalando o bien desechando. 

Según datos del Instituto de Desarrollo Productivo (IDEP), la provincia de Tucumán tiene una participación de más del 20% en la producción global de limones. En lo que respecta a la Argentina, Tucumán aporta una cosecha de más de 1.500.000 toneladas.

Los especialistas sostienen que Tucumán ofrece a la producción de limones, condiciones ambientales que hacen posible obtener un producto de excelentes características tanto en su contenido de jugo, tersura de piel y aroma que lo hacen apetecible por los mercados externos.

En la actualidad por las malas condiciones climáticas en tiempos de cosecha, Tucumán es noticia con imágenes que son sorprendentes, ya que una importante cantidad de limones que no se pueden comercializar en el mercado interno e internacional por no cumplir con las exigencias de calidad, se están regalando o bien desechando. Este viernes, fotos de toneladas de limones desechadas en un basurero comenzaron a viralizarse en las redes sociales.

En las últimas horas también el Banco de Alimentos de la provincia recibió mucha producción que se destinará a los comedores de la provincia y del resto del país.

Todo se generó como consecuencia de las altas temperaturas y las precipitacionesque se están registrando desde el pasado mes de marzo, fundamentalmente en el centro de la provincia, en una franja que va desde la localidad de San Pablo hasta Concepción, que es la zona de Pedemonte. A las condiciones climáticas desfavorables se sumó un conflicto de camioneros que paralizó la actividad durante más de 10 días.

«Es un año atípico en materia de precipitaciones. Nunca hemos tenido un invierno tan húmedo.En comparación con el 2018, en este período está lloviendo un 40% más. Y todo esto llega en plena cosecha de limones que termina en el mes de septiembre. Por toda esta problemática ya se perdieron entre 45 y 50 días de trabajo, y eso es capacidad de proceso que se pierde», comentó Pablo Padilla, presidente de la Asociación Citrícola del Noroeste Argentino (ACNOA).