La región pampeana registró lluvias muy superiores a la media durante los primeros ocho meses del año, con un 73% del territorio superando los registros históricos, según el informe mensual de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR). Este escenario favorece la formación de buenas reservas hídricas para el trigo y el maíz, lo que proyecta cosechas alentadoras.

“Las atípicas lluvias de julio sumaron muchos milímetros y llegaron al oeste y hasta algunas zonas del norte del país. Destacan que hace años que no se veían lotes así, y predomina la condición muy buena en el 80% del área triguera. ¿Más maíz? en el centro del país, no hay dudas, pero en el norte hay serias señales de presencia de chicharrita”, resumió el reporte elaborado por Marina Barletta y Florencia Poeta.

Buenos indicadores para el trigo

El noreste bonaerense fue la zona que más agua recibió, con acumulados que superan en más de 300 mm la media histórica. Chacabuco acumula 1.040 mm, 9 de Julio 1.030 mm, Baradero 950 mm y Saladillo 930 mm.

“Este es un indicador muy importante para la producción del trigo argentino. ¿Por qué? Por una cuestión de circulaciones atmosféricas, suele pasar que llueve bien para el trigo en Buenos Aires (con muchas más chances por el patrón típico de las lluvias invernales) o que llueve bien para el cultivo en el resto de la región pampeana”, detalló el análisis de la BCR.

La siembra de trigo abarca 6,9 millones de hectáreas, y bajo un escenario climático normal se podría superar una producción de 20 millones de toneladas, evaluó la entidad. Buenos Aires y La Pampa finalizaron la implantación, aunque algunas zonas del sudeste bonaerense ajustaron el plan inicial hacia cebada y girasol, por excesos hídricos y márgenes económicos.

Maíz con buenas perspectivas, pero alertas en el norte

La cosecha de maíz 2024/25 avanza con un 88% del área recolectada, confirmando un rendimiento nacional de 69,2 quintales por hectárea y una producción total de 48,5 millones de toneladas.

De cara a la campaña 2025/26, la BCR proyecta un aumento del área maicera, especialmente en la región central. Sin embargo, advierte sobre la presencia de “chicharrita” en el norte, que genera preocupación entre técnicos y productores.

“Las señales de recuperación del área maicera para la 2025/26 son claras en general, con mayores certezas para el centro del país, pero con un norte en el que la chicharrita vuelve a generar preocupación”, señaló el informe.

En Santiago del Estero se proyecta una relación de 60% maíz y 40% soja, con incremento en girasol. La alta proporción de rotaciones soja sobre soja o soja-trigo-soja impulsa la diversificación hacia maíz, aunque algunos productores planean siembras tempranas, aumentando el riesgo de presión de inóculo en los ciclos posteriores.

En Chaco, la presencia de chicharrita ya es alta: “En las trampas instaladas en Gancedo, Pinedo y Sachayoj se registran más de 300 insectos, una población considerada altísima”, indica el análisis. Además, los márgenes ajustados hacen que algodón y girasol sigan siendo los cultivos más rentables, limitando la expansión del maíz en el norte.

El panorama hídrico de la región pampeana y las lluvias históricas de julio posicionan al trigo y al maíz con expectativas positivas para la próxima campaña. No obstante, los desafíos climáticos, la plaga de chicharrita y los márgenes ajustados en el norte mantienen a técnicos y productores en alerta.