Desde el sector, no creen que el Gobierno busque negociar con las petroleras para congelar o evitar más aumentos en los combustibles.

Congelamiento de tarifas, precios esenciales sostenidos durante seis meses para reactivar el consumo y beneficios especiales para quienes reciben planes sociales son algunos de los puntos centrales de las medidas anunciadas por el Gobierno nacional la semana pasada para alivianar las consecuencias de la crisis.

Sin embargo, no llega al combustible y se estima que en mayo habrá una suba de hasta un 10% en el precio de la nafta.

“Todo indica que como ya en abril hubo atraso en el aumento y, teniendo en cuenta los valores actuales del crudo y del dólar, en mayo sería más que probable un aumento”, explicó Carlos Gold, presidente de CECHA (Confederación de entidades del comercio de hidrocarburos y afines de la República Argentina) a minutouno.com.

En lo que va de abril, el crudo Brent, un comodity que se negocia en Londres y es independiente de lo que ocurre en Argentina, ya lleva un aumento de un 9% y cerró en torno a los US$ 74 por barril. Si a esto le sumamos la disparada del dólar, desde las petroleras sostienen que los precios están atrasados entre un 6 y un 10% y ese porcentaje podría ser el que impacte en los surtidores a partir de mayo.

Desde el sector, no creen que el Gobierno busque negociar con las petroleras para congelar o evitar más aumentos en los combustibles ya que los principales indicadores son externos a lo que sucede puntualmente en el país.

En esa misma línea, el ministro de Economía de la Provincia de Buenos Aires, Hernán Lacunza, explicó este miércoles tras el anuncio del paquete de medidas bonaerense que “el precio del combustible es internacional, no es una tarifa que depende de las decisiones de un Gobierno. El precio del combustible no está regulado ya que lo que influye es el precio internacional del petróleo”, señaló.