Luego de un mal 2023, con fuertes caídas de producción y con bajas en los precios de transacción internacional. En 2024 el panorama parece mucho menos sombrío parta la soja y el maíz, pero hay condiciones de inestabilidad que se repiten y ponen en duda el éxito de la próxima temporada.

Según un informe elaborado por Franco Artusso y Lautaro Sibilla, economistas del Ieral (Fundación Mediterránea), en 2023 la soja cotizó a un precio medio de USD 521 por tonelada en el Mercado de Chicago (en términos reales, valores ajustados por inflación USA), un 12% por debajo del valor observado durante 2022, aunque en un nivel relativamente bueno en perspectiva histórica.

“De acuerdo a las cotizaciones futuras de los últimos días, la oleaginosa volvería a caer en febrero y en marzo, para luego mantenerse en torno a los USD 425 / ton hasta agosto. En septiembre bajaría otro escalón más y cerraría a USD 413 / ton en diciembre de 2024. Este escenario de precios, de confirmarse, implicaría una pérdida del 18% del valor real de la oleaginosa en 2024 (en relación a 2023) y del 24-28% comparado con los picos 2021 – 2022; se trataría incluso de un nivel 7,4% inferior a la cotización media de los últimos 20 años (426 vs 460 USD / ton)”, explicaron.