Integrados en el grupo «Sumando Cabezas» no aceptarán el Acuerdo Preventivo Extrajudicial (APE) propuesto por la empresa agroindustrial.

“Rechazamos la informal propuesta realizada por Whatsapp por Vicentín por irrisoria y la nula garantía de cumplimiento”, indicó Nicolás R. Gallo, vocero de #SumandoCabezas. “Nos reunimos con representantes de la empresa el viernes pasado y ellos no quieren mover nada del la propuesta: tomalo o dejalo, nos dijeron”, añadió.

La semana pasada el directorio de Vicentín informó a los productores, acopios y corredores con los que mantiene desde diciembre pasado pagos incumplidos que quiere instrumentar un APE en el cual se abone un 20% de los adeudado este año y el 80% restante a fines de 2027.

Dos estudios jurídicos están concentrando la mayor parte de las demandas judiciales que los acreedores comenzaron a diseñar –tanto en el ámbito civil como penal– con el propósito de cobrar la deuda pendiente y resarcir el daño económico provocado por el «bache financiero» del default comercial.

La normativa vigente determina que un APE, para que pueda ser homologado judicialmente, requiere la aprobación de los acreedores que tengan al menos un 66% del total de pasivo quirografario total (pasivo que no tiene garantía real).

Una vez homologado, el APE produce efectos similares a los de un concurso preventivo respecto de todos los acreedores quirografarios de créditos anteriores a la presentación, inclusive en el caso de aquellos que no hayan aceptado la propuesta del APE. Pero si no se logra alcanzar la conformidad de los acreedores que representan un mínimo de 2/3 del pasivo quirografario total, entonces la opción consiste en un concurso de acreedores o quiebra.

“El dato importante es que somos los principales proveedores de mercadería, sin la cual la empresa no puede continuar; más allá de que eventualmente pueda lograr la aprobación del APE, la empresa no va a poder cumplirlo sin mercadería para trabajar”, aseguró Galli.

La única manera de seguir operando en las actuales circunstancias, con un nivel de actividad acotado en función de la capacidad instalada de Vicentín, es ofrecer servicios de fasón a otras grandes compañías agroindustriales.

Eso fue precisamente lo que ocurrió dos semanas atrás, cuando las empresas Molinos Agro, Aceitera General Deheza (AGD), Bunge Argentina y LDC Commodities firmaron un contrato de fasón de corto plazo para procesar girasol en la planta que Vicentín , lo que permitió reactivar momentáneamente el alicaído mercado interno de la oleaginosa.