La BCR recortó la proyección de producción de trigo de la actual campaña en 800.000 toneladas, al reducirla de 14,3 a 13,5 millones de toneladas, por la falta de lluvias registrada en los meses previos y por las heladas tardías.
De concretarse este guarismo, sería la segunda peor cosecha de los últimos ocho años, solo por encima de la campaña anterior, cuando se cosecharon 11,8 millones de toneladas.
«La sequía que siguió vigente en gran parte de las zonas productivas de Argentina hasta el 20 de octubre, el efecto de las heladas tardías y los posibles efectos de enfermedades fúngicas tras las lluvias mantienen un alto nivel de incertidumbre sobre el resultado de la actual campaña», señaló la BCR en su informe mensual.
«A pesar de que se hizo todo para que el potencial triguero supere las 17 millones de toneladas, guarismo que se hubiese alcanzado bajo un escenario de clima normal, la continuidad de condiciones de sequía, que se prolongó por casi tres años y diez meses, no permitió la recuperación del trigo», aclaró la entidad.