Una nueva alarma se encendió en los últimos días de cara a la cosecha fina de fin de año,  la sequía afectó severamente el ingreso de divisas de la cosecha gruesa durante el segundo trimestre del año y dejó a la economía al borde del colapso. Es que las condiciones climáticas adversas no se han superado todavía en gran parte de la región pampeana mientras que las lluvias que se habían pronosticado y que alimentaban la expectativa de los productores resultaron desalentadoras en su magnitud.

Las entidades agropecuarias ya empezaron a corregir a la baja sus estimaciones de producción agrícola.  La Bolsa de Comercio de Rosario redujo en 600.000 toneladas la proyección de la cosecha de trigo, calculada ahora en 15.000 millones. Es decir que peligra al menos en parte el ingreso de los USD 3.000 millones promedio que suele aportar y afecta también las condiciones del maíz temprano.

Esto alerta no sólo al sector agropecuario sino a toda la economía: el flujo de dólares se mantendría en niveles inferior al promedio también durante la última parte de 2023 con un enorme llamado de atención para lo que pueda ocurrir, en materia meteorológica, el próximo año.