Desde el Palacio de Hacienda informaron que el objetivo es “regular” lo generado por el shock de la guerra en el Mar Negro y “evitar una redistribución regresiva de los ingresos”. Así, se aumentará la alícuota del Impuesto a las Ganancias de Sociedades de Capital aplicable al ejercicio fiscal 2022, con rentas superiores a los $1000 millones. Con esta medida el Gobierno espera recaudar más de $200.000 millones.

“Con esta medida se van a ahuyentar inversiones: una ganancia del orden de los U$S5 millones para ciertas empresas y ciertas actividades no es algo totalmente extraordinario”, explicó el tributarista Santiago Sáenz Valiente, en diálogo con Canal Rural.

Además, agregó que el agro cuenta con una renta “cíclica”, donde los productores tienen períodos de pérdidas y períodos de ganancias debido a que producen en una “fábrica a cielo abierto”.

“Se toma algo supuestamente por la guerra porque el conflicto produjo el alza de los precios de las materias primas y de otros insumos. Algunos tributaristas sostienen que esto no es inconstitucional; yo creo que sí, porque es confiscatorio”, concluyó el especialista.

La suba de la alícuota alcanzará a empresas con Ganancia Neta Imponible o Ganancia Contable superior a $1000 millones y cuya Ganancia Neta Imponible haya crecido en términos reales y que cumplan con una de estas condiciones: un margen de ganancia (contable sobre sus ingresos) en 2022 superior al 10%, y una suba del margen de ganancia en 2022 en relación con el 2021 de al menos 20%.

“Entendemos que el impuesto a la renta inesperada tendrá una sobretasa del impuesto a las ganancias aunque todavía falta determinar qué es lo que se considera por “inesperado” ya que hay ciertas dudas de cómo será el proyecto”, explicó el analista Mariano Echegaray Ferrer.