Siguiendo las estimaciones de la Guía Estratégica para el Agro (GEA), se estima que los productores argentinos tienen la intención de cubrir 6,35 M ha con trigo en este invierno, 550.000 hectáreas menos que en el ciclo 2021/22. Así, la superficie sembrada estimada para 2022/23 sería la más baja tras cuatro campañas en que el área no bajó de 6,5 M ha.
La humedad en el primer metro del perfil del suelo actualmente es notoriamente inferior a la de un año atrás, lo cual -en muchos casos- genera desincentivo para la siembra de trigo. Importantes regiones productivas, como todo el territorio cordobés, santafesino, santiagueño, sectores de Entre Ríos, y la zona norte de Buenos Aires presentan un nivel de humedad en suelo inferior a la normal.
Se espera que los recortes más fuertes en área se den en la provincia de Córdoba, que actualmente presenta una humedad en suelo inferior incluso a la registrada en el invierno del 2020 (campaña 2020/21), cuando la cosecha se vio sensiblemente reducida por la falta del agua. En el contexto actual, los productores cordobeses resignarían aproximadamente 250.000 ha de trigo este año. Sólo la mitad sur de la provincia de Buenos Aires (en especial la zona oeste) presenta mejores condiciones que las de la campaña pasada al momento de la siembra.