El río Paraná volvió a bajar por tercer mes consecutivo y su altura promedio en Rosario cayó a 0,9 metros, cuando la media histórica para el mes es 3,4 metros, situación que complica la logística de transporte por la Hidrovía Paraná-Paraguay.

Según información de embarques pactados para mayo que publica el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca (MAGyP) en base a las declaraciones juradas de venta al exterior, sólo en trigo, maíz, poroto y harina de soja se esperan despachar un mínimo de 7,2 millones de toneladas durante el mes.

Con ello, se tratarían de 722.000 toneladas las que deberán posponerse para embarque o bien relocalizar el despacho a los puertos del sur (nodo Bahía Blanca y Quequén), con una valuación de mercado a la fecha de US$ 268 millones, según las últimas cotizaciones.

Según Capym, este es el cuarto año consecutivo en el que se registran precipitaciones menores a las normales a lo largo de toda la cuenca, desde las nacientes: el Paranaíba, el Grande, y el Paraguay.

La bajante del río Paraná pone una luz de alarma sobre las exportaciones argentinas, y contribuye a la suba de los precios de los principales granos en el Mercado de Chicago.

En ese sentido, en diálogo con Télam, el analista de mercados de la BCR, Guido D’Amico, explicó que «cuando baja el río los barcos cada vez pueden cargar menos y los costos logísticos suben mucho».

Por su parte, el responsable del Departamento de Análisis de Mercado de la corredora Grassi, Ariel Tejera, consideró como una «posibilidad» que la bajante del Paraná sea un factor que presione los precios a nivel internacional.