La Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro) le presentó al gobierno nacional un documento denominado “acuerdo para la inversión productiva y el empleo”.

Reunieron allí una serie de pautas que propone la entidad para lograr un despegue de la economía argentina a través del campo.

Según el presidente de Coninagro, Carlos Iannizzotto, los objetivos que pueden alcanzarse poniendo en marcha este plan son ambiciosos.

“Si liberamos la potencia del campo y las economías regionales, podríamos producir 150 millones de toneladas, llegar a 100 mil millones de exportaciones y crear 700 mil puestos de trabajo”, le dijo al ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Luis Basterra, durante la presentación por teleconferencia de este estudio.

Como otros propósitos del plan, añadió que “con los incentivos necesarios, las economías regionales podrían aportar 25.000 millones de dólares en aumento de exportaciones”. “Apuntamos a un crecimiento del PBI del tres por ciento con la captación del cinco de los ahorros ociosos de los argentinos. Por eso hablamos de confianza y de señales que incentiven a invertir”, sumó.

Para Iannizzotto, las consecuencias que dejarán la cuarentena por el Covid-19 y la renegociación de la deuda serán inevitablemente de largo plazo, lo que obliga al país a prepararse para enfrentar esta situación.

“El Covid-19 golpea nuestra economía, pero nos brinda una gran ocasión y oportunidad para tomar acciones que permitan el despegue de Argentina. Para frenar la caída del PBI y generar un rebote en el crecimiento necesitamos dos pilares de acción: en primer lugar, federalizar la economía, regionalizar las políticas productivas e impositivas, y promover una descentralización que ofrezca cercanía de los planes de gobierno con la realidad de cada producción”, mencionó.

El plan

El plan de Coninagro se basa en desarrollar proyectos sustentables de triple impacto –económico, social y ambiental–, que permitan acceder a beneficios crediticios y fiscales.

En concreto, la entidad lo que elaboró fue un decálogo de propuestas que se resume a continuación:

1- Balanza comercial. El único saldo positivo de la balanza comercial es el agroexportador. Si se desagrega el resultado superavitario de la balanza comercial total de bienes de Argentina en 2019, los productos de base agroindustrial llegaron a 37.535 millones de dólares, siendo el único sector no deficitario. Meta: frenar la caída del PBI, con una producción de alimentos de 150 millones de toneladas.

2- Acuerdo social y educacional.  “En vez de preguntarnos, ¿qué país le dejamos a nuestro hijos?, deberíamos preguntarnos ¿qué hijos le dejamos a nuestro país?”, dijo Iannizzotto. La idea es rediscutir no solo la vuelta a las clases sino el sistema integral y programas de educación. “Invertir también es capacitar y ponderar la economía del conocimiento”, agregó.

3- Ahorros. Para Coninagro, hay que poner en movimiento la plata que hay “debajo del colchón”: según el Banco Central, unos 219.000 millones de dólares. El objetivo es diagramar un escenario con señales de mayor previsibilidad para que se vuelquen a inversiones que tengan rentabilidad positiva, y no se destinen solo a especulación financiera.

4- Federalizar la economía. Desde la visión de la entidad cooperativista, los recursos del interior deben quedar en las economías regionales para traccionar el consumo interno. Hoy, las exportaciones alcanzan los 65.000 millones y se podría llegar a 100.000 millones, lo que provocaría un “shock de empleo”: 700 mil nuevos puestos.

5- Impuestos y caminos rurales. Según Coninagro, con el uno por ciento de la recaudación del Impuesto al Cheque (4.000 millones de pesos sobre un total de 200.000 millones) se podrían mantener los 500.000 kilómetros de caminos rurales que hay en Argentina.

6- «Smart» rural. Para poder federalizar, es imprescindible mejorar la conectividad de las zonas rurales. Coninagro lanzó el plan Procrear Rural con propuestas de Fideicomisos regionales y módulos de integración y cohesión entre el campo y la ciudad. También se apuesta a trabajar en caminos rurales con la modalidad de consorcios impositivos.

7- Recupero de pymes. La entidad impulsa un fondo de recupero de pequeñas y medianas empresas, en articulación con el INta para ponderar el valor agregado. En esta parte del plan, también se involucraría la Sepyme con el perfeccionamiento y versatilidad de los programas laborales Empalme y Repro, reformulando los procesos burocráticos. Además, con la creación de un Certificado Mipyme que incluya a la economía social. “Hay sectores productivos gravados con el impuesto de ganancias y en varias provincias el acto cooperativo está ilegalmente gravado con ingresos brutos cuando la Ley de coparticipación exige que solo sean entidades con fines de lucro”, expresó Iannizzotto.

8- Integración campo-ciudad. De acuerdo con el relevamiento de Coninagro, sólo el siete por ciento de la población argentina vive en zonas rurales. Por eso, propone desincentivar las corridas hacia los centros periurbanos y repensar el esquema demográfico actual. “¿Tiene sentido vivir hacinados en grandes métrópolis pudiendo poblar y motorizar el desarrollo de las zonas rurales? Hay que generar condiciones para que jóvenes puedan ser pioneros en el repoblamiento del país. Una integración campo-ciudad, que cada parte aprenda un poco de la otra”, dijo Iannizzotto.

9- Acuerdo económico-social. En este punto, la entidad plantea que hay que reducir la brecha productor-consumidor, combatiendo la distorsión de precios y salvaguardando a ambos conservando la inocuidad y calidad de los alimentos.

10- ¿Qué hace Argentina por el argentino que da trabajo todos los días? El acuerdo prevé crear una Ecuación Fiscal de Continuidad, que se cristalizaría en: Ingresos Brutos convertibles en Infraestructura, Cuenta Única Tributaria para el uso de saldos y compensaciones fiscales, descuento del 10 por ciento por tiempo a determinar para aquellos que preservaron las fuentes de empleo y sostuvieron la cadena de pagos, y financiar energías alternativas.