La Bolsa de Cereales de Buenos Aires realizó el lanzamiento de la campaña gruesa 2020/21, en donde comparte estimaciones y contexto para el nuevo ciclo agrícola.

«Estamos frente a un momento muy especial en la economía. Es una frase que no pierde actualidad«, comentó durante la apertura el titular de la entidad porteña, José Martins, que al mismo tiempo es vocero del Consejo Agroindustrial Argentino, que busca consensuar con el Gobierno una ley que permita al sector motorizar las exportaciones.

Durante el inicio del evento, el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Luis Basterra, destacó: «Nuestros productores están comprometidos con cultivar el suelo argentino. Hemos terminado la siembra y está en proceso una dificil campaña de trigo. Se esperaba una gran siembra pero la seca está reduciendo la expectativa de hace 3 meses atrás».

En el panel “Aporte de la Campaña Agrícola 2020/21”, Agustín Tejeda Rodriguez, economista jefe de la entidad, y Nelson Illescas, director de la Fundación INAI, analizaron el complejo escenario bajo el cual se va a desenvolver el nuevo ciclo productivo. “Los flujos comerciales y los precios de los productos agrícolas se ven afectados por factores disruptivos como el coronavirus, la guerra comercial entre China y Estados Unidos y la Fiebre Porcina Africana, que imprimen una importante variabilidad y están lejos de resolverse”, ´señaló Illescas.

La reciente recuperación en las cotizaciones, explicada por factores fundamentales y la debilidad del dólar estadounidense, permite que los márgenes al productor se recuperen, luego de situarse muy por debajo a los de la campaña previa. “A la incertidumbre internacional, deben sumarse los factores que provienen de las políticas domésticas”, agregaron los especialistas.

Por su parte, Esteban Copati, jefe de Estimaciones Agrícolas de la Bolsa de Cereales, destacó que el escenario climático será determinante este año, limitando no solo el área sembrada sino también los rendimientos previstos para cada uno de los cultivos más importantes de Argentina. En consecuencia, se prevén reducciones interanuales de -1,2 % en la superficie sembrada y de -6,1 % en la producción, que alcanzarían 33,15 millones de hectáreas y 120,8 millones de toneladas respectivamente. Los cultivos más afectados serían el trigo, el maíz y el girasol. De confirmarse este escenario, sería la segunda campaña consecutiva con caída en los números totales.

Tejeda Rodriguez señaló que el sector agroindustrial tiene un rol determinante en la economía argentina, y que su protagonismo se ha acrecentado en tiempos de pandemia. No obstante, agregó que con estas cifras la contribución del sector a la economía continuaría siendo muy importante, pero menor en 2021.

El Producto Bruto de las Cadenas Agrícolas (PBA) mostraría una retracción de -0,2% en 2021, alcanzando los 31.173 millones de dólares, que no le permitiría recuperarse de la caída estimada para este año 2020 en -5,7%. Las exportaciones, por su parte, se ubicarían en torno a 25.000 millones de dólares el año que viene, con una caída interanual de -3%.

La única variable que mostraría un signo positivo sería la recaudación fiscal que llegaría a los 10.954 millones de dólares, reflejando una mayor presión impositiva sobre el sector.