Tras meses con idas y vueltas, el miércoles a última hora se firmó el acta paritaria.

Un conflicto que derivó en la convocatoria para discutir los salarios, se llega a concretar en medio de otra medida de fuerza, otro paro que puso en riesgo a la producción de lácteos y a la materia prima, a un gremio que no se presentó a negociar hace siete días y que esta semana retomó el tironeo, que siempre tuvo como eje al financiamiento del gremio.

Fueron muchas horas de debate, que se continuaban desde el lunes pasado, hecho que nunca se enfocó en mejorar el salario mensual de los trabajadores, porque eso estaba ya acordado desde el pasado viernes 14 y sólo se hicieron pequeños ajustes. Después llegaría la presión, bonos para los trabajadores y para el sindicato o paros y medidas de fuerza doblegarían a las empresas, fueron dos inicialmente las que cedieron, se dice que algunas más en esta semana, las que ahora deberán ver como arreglan el desfasaje de números que se les presentarán.

Las posiciones fueron sólidas, la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (ATILRA) quería dinero directo, mientras que el Centro de la Industria Lechera (CIL) y la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas Lácteas (APYMEL) sabían que no podían ceder en todo y como un bloque lograron recortar la ambición y evitar un nuevo paro que se prometía “a gran escala y sin tregua” en una nota firmada por el secretario general Héctor Ponce y dirigida a los trabajadores.

La negociación

Tras una extensa jornada, se acordó un aumento de 13,6 por ciento para los empleados a partir de julio, por única vez para agosto y septiembre se subirá el salario cuatro por ciento, respecto del básico conformado desde julio. Para octubre y noviembre se subirá ocho por ciento el salario de forma remunerativa sobre el básico de julio y para diciembre el alza será del 12 por ciento respecto al mes de julio,  consiguiéndose igual porcentaje para enero de 2021.

También los trabajadores recibirán un pago no remunerativo y por única vez de 12.000 pesos en cuatro cuotas.Tal como se dijo, lejos de todo el discurso de la urgencia sanitaria, Atilra consiguió un aporte de 12.000 pesos, en seis cuotas, para asegurar su financiamiento y funcionamiento, menos de lo pretendido y que deberá sustentar entonces también a la obra social.