Buena parte del norte de la zona pampeana argentina y del NOA se encuentra en «emergencia agronómica» a causa de una restricción hídrica que presenta escasas posibilidades de recuperación en lo inmediato.

Así lo evidencia el último relevamiento publicado por el Sistema de Información sobre Sequía para el Sur de Sudamérica, el cual depende del Centro Regional del Clima para el sur de América del Sur (CRC-SAS) conformado por los servicios meteorológicos de Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay, Bolivia y Chile.

Las categorías de sequía se calculan en base a percentiles de precipitación acumulada tomando como período de referencia los 35 años comprendidos entre 1982 y 2016 inclusive. En base a estos percentiles, se asigna una categoría de sequía según las especificaciones del United States Drought Monitor.

La mala noticia es que el Sistema de Información sobre Sequía para el Sur de Sudamérica no prevé precipitaciones significativas en las próximas dos semanas que puedan contribuir a revertir el déficit hídrico en las regiones comprometidas.

Más allá de la evidencia objetiva del estado de situación en las regiones productivas afectadas, ni las autoridades provinciales ni nacionales argentinas han incluido el problema en la agenda de temas por tratar para adelantarse a un escenario de emergencia agropecuaria.

Los principales cultivos afectados por la restricción hídrica son el trigo y le cebada, mientras que el actual escenario, en caso de consolidarse, podría desincentivar siembras de maíz temprano para derivar superficie a soja de primera o bien a maíces de siembras tardías.