En el INTA estiman que los daños reducirán entre 20 y 30% la producción.

Se constató que las heladas tardías y prolongadas de setiembre y octubre provocaron daños en viñedos, especialmente de uvas primicias y algunas variedades criollas; y en el INTA estiman que los daños reducirán entre 20 y 30% la producción, según difundió Diario de Cuyo.

Beatriz Pugliese, coordinadora del grupo de Investigación en Viticultura del INTA; informó que tras culminar un relevamiento de campo, más el cruce de datos entre ingenieros agrónomos, la merma se espera en uvas Superior -que son las uvas primicia para consumo en fresco y de exportación-, y también en variedades de Cereza, Pedro Gimenez y Red Globe. Los daños se advierten en varios departamentos de la provincia, como por ejemplo en viñedos de Caucete, San Martín y 25 de Mayo. Productores de la Asociación de Viñateros Independientes (AVI) estiman que la merma en las zonas afectadas será mayor, del 50% o más. La vendimia pasada la uva Superior significó el 1,46% del total recolectado, la Cereza el 39,90%, la Red Glove, el 1,5% y la Sultanina, el 0,85%.

Francisco González Antivilo, investigador del Conicet e integrante del grupo del Instituto, dijo que las heladas producidas a inicios de setiembre y que se a principios y mediados de octubre son «llamativas» porque fueron «muy fuertes para la época». Dijo que al producirse tan cerca de la brotación no son tan comunes. «Llama la atención que han tenido que ser muy bajas (las temperaturas) para afectar el parral, porque normalmente afecta más las viñas que son mas bajas», explicó. Añadió que se está advirtiendo que está helando más y fuera de tiempo, o sea en forma más atrasada, y la sospecha es que es como consecuencia del cambio climático, algo que se tendrá que constatar con el paso de los años. «La uva Superior es la más afectada porque es temprana, y seguramente la agarró el frío con la yema hinchada y eso impidió que se terminara de armar el racimo. También se ve que la floración se afectó y se ven racimos con bayas raleadas», explico Pugliese.

Añadió que proliferó la aparición de hojas con manchas amarillas y que se comprobó que es producto del frío y no de la falta de magnesio o hierro como se creyó en un principio. «El frío produjo la muerte de los cloroplasmos que le dan el tinte verde a la hoja y por eso se ven amarillas», explicó. La hoja verde es importante en la producción de uva, porque la fotosíntesis hace la «comida» para la planta y si hay menos superficie de comida, significa que habrá menos volumen de uvas.