El Gobierno anunció la restricción de la compra de dólares, la obligación de exportadores de liquidar divisas y la autorización del pago de impuestos con bonos.

Las restricciones cambiarias implementadas a partir de hoy por el gobierno argentino para contener fugas y la disminución de las reservas internacional del Banco Central (BCRA) promoverán el resurgimiento de un tipo de cambio paralelo o informal (blue o yellow).

“Puede ser que aparezca un tipo de cambio paralelo”, reconoció ayer el ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, durante una entrevista ofrecida en el programa televisivo Periodismo Para Todos. “Pero eso es economía informal, no tiene por qué trasladarse a los precios”, aseguró.

La comunicación “A” 6770 del BCRA establece “el requisito de conformidad previa del BCRA para el acceso al mercado de cambios para la precancelación de deuda por importaciones de bienes y servicios”.

En el caso de pagos anticipados de importaciones, “se deberá demostrar el registro de ingreso aduanero de los bienes dentro de los 180 días corridos desde su acceso al mercado de cambios y el destinatario de los fondos debe ser el proveedor del exterior”.

La norma además establece que se necesitará la autorización del BCRA para comprar divisas destinadas a “pagos de deudas vencidas o a la vista por importaciones de bienes con empresas vinculadas del exterior cuando supere el equivalente a 2 millones de dólares mensuales por cliente residente”.

Si bien el objetivo de la comunicación “A” 6770 es evitar que las empresas adquieran dólares para atesoramiento, el acceso a divisas para importaciones –debido los limitados recursos disponibles en el Estado para procesar las miles de solicitudes diarias– comenzará a ralentizarse, con lo cual es probable que comiencen a escasear stocks y repuestos de bienes no producidos en el territorio argentino.

Si los tiempos de procesamiento de solicitudes comienzan a extenderse por demás, no puede descartarse que los importadores recurran total o parcialmente al mercado informal para hacerse de los dólares necesarios para gestionar la compra del producto en el exterior. En tal escenario, el valor del tipo de cambio informal sí comenzaría a reflejarse en los precios internos.