El total de azúcar producido en Tucumán por las 15 fábricas llegó a 1.355.953 toneladas, apenas un 1,31% por encima de la cifra lograda el año pasado.
La zafra azucarera tucumana finalizó la semana pasada, cuando el ingenio La Florida, el último que estaba moliendo, paró sus trapiches. Así, el total de azúcar producido en Tucumán por las 15 fábricas llegó a 1.355.953 toneladas, apenas un 1,31% por encima de la cifra lograda el año pasado, y un 15,84% por debajo de los números registrados en 2016, cuando la fabricación alcanzó un récord histórico de 1.611.060 t.
De acuerdo con las opiniones de los especialistas publicadas por La Gaceta, técnicamente la zafra fue buena, porque si bien una helada en invierno incidió negativamente en la producción, en líneas generales el clima tuvo un excelente comportamiento que posibilitó la continuidad de las actividades fabriles sin interrupciones.
También tuvo incidencia para beneficio del sector, el aprovechamiento de las nuevas variedades y la renovación de cañaverales, que provocaron los vaivenes de las producciones en las principales fábricas para lograr este año un promedio de rendimiento fabril de 9,418%, contra los 8,812% conseguidos el año pasado.
Otro episodio que jugó a favor fue la disponibilidad de la materia prima. Este año se molieron 15.825.872 toneladas de caña bruta, que al restarle el trash o las impurezas totalizaron 14.396793 toneladas. El año pasado se utilizó una cantidad parecida de caña bruta, pero el menor rendimiento se reflejó directamente en los números finales de la producción de azúcar.
Al margen de estos aspectos positivos del análisis productivo, el titular de Los Balcanes SA, Jorge Rocchia Ferro, estimó que con estas cifras finales el sector azucarero, en su conjunto, deberá manejar la posibilidad de concretar el envío de “un barco o dos con azúcar al exterior”, principalmente a Chile y Uruguay, para tonificar el precio en el mercado interno.
“Todos los ingenios cumplieron con la cuota americana de exportación, pero el precio sigue bajo”, afirmó el actual presidente de la Unión Industrial de Tucumán. “Por eso habrá que hacer un esfuerzo para llenar ese barco, aunque los costos de exportación no dejen un margen de ganancias y que sea a quebranto”.
Luego evaluó que no es el mejor momento económico de los ingenios y se aventuró a pronosticar que si las compañías no se modernizan para cogenerar energía, y para buscar una producción sustentable y que sea más eficiente, será inviable que se mantengan en actividad industrial.
Y en este sentido, apuntando al “aggionamiento”, opinó que los industriales deben acercarse a las entidades cañeras de la provincia, a fin de apoyar a los cerca de 6.000 cañeros chicos de la provincia frente a la actual crisis. “Ante los altos costos productivos, la falta de financiamiento y al romperse la cadena de pagos, habría que aportarles, por ejemplo, el abono para los campos para que no desparezcan y se pierda una gran cantidad de materia prima”, remarcó.