Federación Agraria Argentina (FAA) se declaró en «estado de alerta y monitoreo permanente», ante la publicación de la Disposición 59/2021, que estableció procedimientos para el registro de declaraciones juradas de operaciones de exportación de carne (DJEC).

«Así no se defiende la mesa de los argentinos, solo se destruye la producción», aseguran en la entidad.

Los federados, liderados por Carlos Achetoni, consideran que a partir de esta normativa, el Gobierno «tiene la llave de la exportación de la carne, embarque por embarque».

La medida debe ubicarse en el contexto de un Gobierno nacional que busca frenar las maniobras de subfacturación en las exportaciones de carne, y avanzó en esta postura en paralelo a las negociaciones con los frigoríficos exportadores para cerrar carne a precios populares.

El malestar de FAA se suma a declaraciones previas en el mismo tenor de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), en un escenario complejo para la cadena de la carne vacuna volcada al mercado interno. Mientras que el Gobierno puso en marcha una barata de carnes, que se extenderá hasta fin de año, el consumo de cortes vacunos en Argentina se encuentra en las cifras más bajas de los últimos diez años y no logra levantar cabeza.