La Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales (Cair) expresó su “total rechazo” al proyecto de ley que crea un “aporte solidario y extraordinario para ayudar a morigerar los efectos de la pandemia”.
Se trata del denominado “impuesto a la riqueza” que, para Cair, terminará desalentando inversiones, y más aún en un sector como el rural en el que un establecimiento ubicado en la zona núcleo, de apenas 200 hectáreas ya quedaría incluido dentro de este nuevo tributo.
“En estos tiempos complejos que nos toca transitar, el mercado necesita nutrirse de señales positivas y de aliento para el desarrollo de las industrias y el fortalecimiento de la producción y el consumo, para con ello retomar el camino del tan esperado crecimiento y el incremento de los puestos de trabajo. El denominado ‘aporte solidario’, consignado a un segmento de contribuyentes dudosamente determinado, puede producir en el corto y mediano plazo efectos contrarios al buscado”, subrayó Cair en un comunicado.
Y prosiguió: “Esto no solamente ante la posibilidad de que este ‘extraordinario’ aporte se convierta en un impuesto más de los diversos ya existentes. Ejemplos que logran demostrar que la excepción se ha convertido en regla abundan en esta materia”.
Para las inmobiliarias rurales, el esfuerzo para mitigar los efectos de la pandemia debe salir del conjunto de los argentinos y no solamente de un sector, conforme su capacidad contributiva.
“El sector agropecuario nacional, azotado por diversas y confusas normativas impositivas, es el verdadero motor de crecimiento del país, generador de divisas y de cientos de miles de puestos de trabajo. Políticas claras y perdurables en el tiempo son necesarias para revertir la ajustada rentabilidad del campo argentino y, con ello, el efecto multiplicador de toda la economía atada a su evolución”, reclamó Cair.
La entidad consideró que “de la creación de nuevos impuestos, y la imposición de reglas forzosas sobre quienes poseen mayor capacidad tributaria, solo se obtendrá que éstos escojan otros horizontes a la hora de invertir o reinvertir sus ganancias, ya que de las pérdidas el Estado nunca es socio”.
“Por todo ello, le pedimos a nuestros legisladores priorizar debates serios y responsables en pos de atraer inversiones y retener a las ya existentes incentivándolas y apoyándolas”, concluyó Cair.