El personal debía reincorporarse este lunes. Sin embargo, los directivos de la planta anunciaron que continuarán sin actividad hasta el 20 de enero.

La agroexportadora Vicentín, una de las tres más grandes del país, actualmente en cesación de pagos por una deuda de $ 23.340 millones que no puede pagar «por estrés financiero», según su propia declaración, comunicó que extiende la guardia pasiva disponible con goce de sueldo.

Así, con la guardia mínima, el resto de los operarios no concurren a sus puestos de trabajo, pero deben estar a disposición ante cualquier inconveniente.

A su vez, en una reunión de la cual participaron integrantes de la comisión directiva del Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros (Soea) anticiparon que habrá un nuevo encuentro el viernes 17 para revisar la situación.

La empresa confirmó lo que ya es de público conocimiento: continúan las negociaciones con los acreedores para encontrar una solución a la situación de estrés financiero y volver a la normalidad lo antes posible. El sindicato permanece en estado de alerta.

A la alarmante situación de la agroexportadora hay que sumarle que desde hoy aparece en los registros del BCRA con cheques rechazados por $20 millones, porque a pesar de la declaración de su “estrés financiero” a la fecha aún no aparecía comprometida en los informes oficiales.

A los productores agropecuarios y acopios, actualmente, les debe una suma cercana a los u$350 millones y a los bancos otros $23.500 millones.

Mientras tanto ya es un secreto a voces que el Banco Nación, su principal acreedor, y con quien hoy tiene una deuda de poco más de $18,100 millones, lejos está de aceptar la reestructuración agresiva –que incluye refinanciación y quita de intereses- que la firma comandada por Alberto Padoan pretende conseguir.