Es gracias a la integración del Registro de Usuarios de Semilla (RUS) en el Sistema de Información Simplificado Agrícola (SISA) gestionado por la Afip.

A partir de la integración del Registro de Usuarios de Semilla (RUS) en el Sistema de Información Simplificado Agrícola (SISA) gestionado por la Afip, los funcionarios a cargo del Instituto Nacional de Semillas (Inase) no sólo tiene un mayor caudal de información, sino además mucho más tiempo para analizarla.

“La absorción del RUS por parte del SISA simplificó mucho nuestro trabajo porque ahora podemos realizar un control inteligente de los datos de todos los productores recolectados por la Afip”, explicó hoy Raimundo Lavignolle, presidente del Inase, durante una charla ofrecida en la Expo Rural de Palermo.

“Ese cambio permitió liberar al personal del Inase de cuestiones administrativas para focalizar el uso del tiempo y recursos en tareas de fiscalización; además, los productores le tiene más miedo a la Afip que al Inase y ahora contamos con una mayor cantidad y calidad de datos”, añadió.

Lavignolle comentó que una de las novedades en materia de fiscalización es que ahora el Inase cuenta con todos los datos de ventas de bolsas de semillas a productores, los cuales son provistos por las empresas semilleras al organismo oficial. “Para nosotros es mucho más fácil controlar unas 1500 empresas semilleras que 200.000 productores agrícolas; antes no teníamos información de las ventas de semillas y ahora sí”, explicó.

En la campaña 2018/19 un total de 59.413 empresas agrícolas declararon siembras de soja por 15.328.655 millones de hectáreas, de las cuales el 10% (5941 productores) concentra el 56,2% del área total, mientras que el 20% representa un 71,8% de la superficie nacional, según detalla el sitio Valorsoja.com.

El presidente del Inase indicó que entre los análisis inteligentes de los datos aportados por empresarios agrícolas al SISA se incluye una evaluación de la antigüedad de los cultivares declarados. “Hay gente que, por ejemplo, (en 2018/19) declaró sembrar más de 5000 hectáreas con una variedad de soja del año 2002. Alguien que siembra esa superficie es muy probable que lo esté haciendo con ambientaciones y tecnología, ¿y va a estar usando genética de hace 17 años? Eso nos genera dudas y va a requerir una fiscalización”, advirtió.

Lavignolle indicó que hasta el momento se enviaron unas 400 notificaciones a empresarios agrícolas al detectar inconsistencias en las declaraciones realizadas ante el SISA, las cuales, en caso de ser verificadas, tienen que ser informadas a la Afip para que este organismo, además de rebajar la categoría del contribuyente en el SISA, decida inicia una propia investigación.

En lo que respecta al trigo, como la introducción del SISA se realizó  hacia mediados de la campaña fina, el Inase no dispone de datos para poder realizar una fiscalización del ejercicio 2018/19. El ciclo 2019/20 será entonces el primero en contar con datos del SISA para hacer análisis inteligentes. Además, en la presente campaña se incorporarán evaluaciones de los cultivos de cebada y arveja.

En lo que respecta a las acciones instrumentadas en la cadena de valor algodonera, el funcionario adelantó que se prohibirá el ingreso a deslintadoras de algodón que cuente eventos biotecnológicos no autorizados en la Argentina por medio de la incorporación de un agente fijo del Inase en el ingreso de cada fábrica.

“Vamos a ir a las chacras a explicar esto a los productores y se les va a ofrecer a los productores la posibilidad de realizar análisis gratis para que, en caso de detectar eventos no autorizados, no envíe el camión a la fábrica; además, vamos a verificar todos los camiones que salen de las deslintadoras”, explicó.

La retirada del mercado local de genética en algodón proveniente de Brasil con eventos no habilitados en la Argentina, además de un control que permita verificar el origen de los cultivares empleados por cada productor, constituye un objetivo central del Inase para asegurar condiciones comerciales que permitan el ingreso de nuevos materiales al mercado.

“El INTA desarrolló nuevas variedades del algodón y recientemente se desreguló un nuevo evento; estamos también recibiendo consultas de empresas que para la campaña que viene quieren inscribir nuevas variedades en función de cómo evolucionen los controles”, detalló Lavignolle.

El presidente del Inase adelantó que antes de fin de año los productores de maní y arroz deberán comenzar a declarar ante el Sistema de Información Simplificado Agrícola (SISA) de la Afip el área sembrada y los cultivares empleados. “Otras cadenas nos han venido a consultar para implementar controles, entre las cuales están las de cebolla, ajo, cerezas para exportación y duraznos para industria”, indicó.