El productor agropecuario Néstor Roulet expresó su preocupación por la carga tributaria que enfrenta el sector agrícola argentino. Según sus estimaciones, “el Estado se queda con más del 52% de los ingresos” generados por la oleaginosa en esa campaña, recaudando más de U$S 14.166 millones.

Además de las retenciones , se incluyen otros impuestos nacionales como Ganancias, Cheque y Bienes Personales, junto con impuestos provinciales y municipales. Estas cifras, sostuvo Roulet, ponen de manifiesto la “presión tributaria excesiva” que enfrentan los productores agrícolas en Argentina, planteando interrogantes sobre la “equidad y sostenibilidad” del modelo impositivo actual para el sector.

En este escenario, el análisis de Roulet dio detalles sobre el sistema de producción en campos alquilados, donde el Estado recauda un 6,5% más que en los campos productivos. El inquilino invierte 834 U$S por hectárea, el rendimiento final de apenas US$37,82 por hectárea reveló una rentabilidad ajustada del 4,5 % sobre el capital invertido, enfrentando una gama de riesgos que van desde factores climáticos hasta fluctuaciones en el mercado.

Finalmente, este esquema financiero resulta aún más evidente cuando se compara con la recaudación estatal, que “asciende a US$ 14.166.537.500 de las 17,3 millones de hectáreas cultivadas, promediando unos US$818,87 por hectárea”. Con el valor promedio de la tierra agrícola fijado en US$15.000 por hectárea, “el Estado se queda anualmente con un 5,5 % de dicho valor, acumulando en los últimos 22 el 100 % del valor del campo”.