En los sectores productores de legumbres, leche, vino, tabaco, miel, yerba, cítricos, frutas finas y verduras, entre otros, se registra un nulo o escaso nivel de rentabilidad en plena época de cosecha que impide cualquier planificación a corto y mediano plazo.
La mayoría de los complejos productivos deben afrontar, además, una fuerte caída del consumo interno que no sólo afecta la rentabilidad sino también incrementa los costos fijos de las explotaciones en el interior del país.
En este contexto, la CAME presentó ante el Ministerio de Producción y Trabajo una propuesta diferencial destinada a las producciones primarias de las Economías Regionales a través de la imposición del adelantamiento del Mínimo No Imponible. Buscan, según remarca el informe, mejorar la rentabilidad de los productores, fuertemente afectada por la suba de costos internos, la elevada presión tributaria, la dolarización de los insumos, el aumento de la energía y el encarecimiento de los créditos por la suba de tasas.
“Hay que tomar medidas acordes a la importancia que tenemos en términos económicos y sociales porque las Pymes somos las principales generadoras de empleo”, afirmaron las más de 400 entidades adheridas en el sector de Economías Regionales de la CAME.
“Lamentablemente no se visualiza una recuperación del consumo que pueda reactivar a las Economías Regionales. Los precios de nuestros productos se encuentran completamente desacoplados frente a los altos índices de inflación vigentes”, agregaron.