Lo estimó la Cámara Argentina de Maquinaria Agrícola (CAFMA) en su Encuesta Nacional de Coyuntura para los próximos meses.

En los próximos meses, se podrían perder 7.000 puestos de trabajo en empresas fabricantes de maquinaria agrícola de nuestro país.

Según los datos recopilados de las cámaras AFAMAC (Córdoba), ASIMA (Santa Fe) y MAGRIBA (provincia de Buenos Aires), el 55% de las empresas registran una caída superior al 30%, con una baja proyectada del sector del 22% en dólares (US$ 1.069 millones en 2017 a US$ 833 millones en 2018).

Estos números, según la encuesta, repercutirán en el empleo. “El sector puede perder en los próximos meses 7.000 puestos de trabajo”, advirtió, y remarcó que, considerando ingresos de $30.000 brutos mensuales, esa baja equivale a $210 millones mensuales que no ingresarán a la economía. En tanto, si se suman cargas sociales, serían $73 millones mensuales perdidos por el fisco.

Es que , en la actualidad, hay 8.000 puestos directos en 125 empresas, de las cuales más del 80% están radicadas en poblaciones de menos de 30 mil habitantes. Lo que se espera es que entre el 22% y el 25% de esas firmas decidan en el corto plazo instrumentar reducción de jornada, suspensiones, inicio de PPC, entre otras medidas.

En cuanto al costo financiero sobre ventas, Cafma señaló que fue del 4% en 2017, versus el 9,35% en 2018. Así, la relación se duplicó en materia interanual.

“Este incremento sobre un total de US$ 1.000 millones de ventas, implica una transferencia de renta de la maquinaria agrícola de aproximadamente US$ 50 millones“, analizó, y agregó que  a paridad cambiaria actual, este monto “equivale a 3.600 puestos de trabajo durante un año, considerando un valor promedio de $40.000 mensuales”.

Para Raúl Crucianelli, presidente de Cafma, estos resultados demuestran “la fuerte retracción de ventas de productos que vive el sector debido a la falta de financiamiento a tasas lógicas”, y resaltó que “prácticamente, estamos sin financiamiento para la venta”.

“Existe mercado interno, pero el productor agropecuario o el contratista rural no está dispuesto a financiar su compra a las tasas que solicitan los bancos”, explicó Crucianelli, al tiempo que indicó que “todo esto ha producido una fuerte baja en la fabricación e importantes niveles de stocks, lo cual comenzó a tener influencia negativa en el empleo, con perspectivas desalentadoras”.

De todas maneras, el dirigente contó que la cámara está en contacto con el Gobierno Nacional “para analizar distintas propuestas que permitan al sector encontrar salidas a esta situación crítica”.