En septiembre el precio promedio de la vaca buena destinada a CABA y GBA fue de $36,9 por kg.

El valor real de las vacas destinadas a mercados concentradores y frigoríficos de la zona de influencia de la ciudad de Buenos Aires logró mantenerse firme –a pesar de la súperdevaluación– gracias a la fortaleza de la demanda china.

En septiembre el precio promedio de la vaca buena destinada a CABA y GBA fue de 36,9 $/kg según la plataforma Sio Carnes, el cual, con un tipo de cambio medio de 38,5 $/u$s, resultó en 0,95 u$s/kg versus 0,98 u$s/kg en agosto y 0,90 u$s/kg en julio de este año. En junio y mayo el valor medio se había ubicado en 0,89 u$s/kg.

La vaca regular tuvo incluso mejor suerte con un precio promedio de 35,9 $/kg en septiembre, equivalente a 0,93 u$s/kg. Se trata de una cifra similar a los 0,94 u$s/kg de agosto de este año y superior a los 0,83 y 0,79 u$s/kg de julio y junio respectivamente.

Las categorías livianas para consumo interno, en cambio, experimentaron de lleno el impacto el impacto de la devaluación (con un tipo de cambio, según el promedio de referencia BCRA, que pasó de 30,1 $/u$s en agosto a 38,5 $/u$s en septiembre).

El novillito especial/bueno con un peso de 351-390 kilos –siempre según Sio Carnes– registró un promedio de 43,2 $/kg en septiembre, equivalente a 1,21 u$s/kg versus 1,30 u$s/kg en agosto y 1,42 u$s/kg en julio de este año.

Los últimos datos oficiales publicados por Senasa indican que en el primer cuatrimestre de este año las ventas de carne vacuna a China sumaron 41.649 toneladas, una cifra 92% superior a la registrada en el mismo período de 2017.

La vaca  –debido al apetito descomunal de proteínas cárnica que viene registrando en los últimos años la demanda china– se ha transformado prácticamente en un bien cuasi dolarizado, dado que la mayor parte de los cortes destinados a la nación asiática provienen de esa categoría.

En los últimos años China comenzó a importar cantidades de crecientes de carne vacuna congelada, originada tanto en Oceanía como en el Mercosur, los cuales se destinan –sin diferenciación de origen– para preparar guisados (hot pot) que requieren muchas horas de cocción.