La soja registró este viernes una de sus semanas más firmes en el mercado local, con una ganancia de $35.000 (8,75%) respecto al viernes anterior y un cierre en $435.000 por tonelada en el segmento disponible de Rosario. El impulso estuvo marcado por la suba del dólar oficial, que trepó 7,28% en la semana y se negoció a $1444, en un contexto de tensión política tras la derrota legislativa del oficialismo en Buenos Aires.

De acuerdo con Eugenio Irazuegui, responsable de Research de la corredora Zeni, las ofertas de compra se movieron “al compás del tipo de cambio” y llegaron a pagarse $436.000 en operaciones puntuales. En la operatoria a término, los contratos más cercanos mostraron mejoras leves, mientras que los diferidos recortaron entre U$S0,50 y U$S2 por tonelada.

En paralelo, el mercado internacional también acompañó con una rueda positiva. En Chicago, la oleaginosa ganó U$S3,86 y se ubicó en U$S376,90 por tonelada en el contrato a septiembre, lo que significó un incremento semanal de 1,91%. La publicación de balances del USDA, con un aumento en la cosecha estadounidense a 117,05 millones de toneladas y una corrección al alza de los stocks globales a 8,17 millones, generó volatilidad en la operatoria. Sin embargo, la firmeza de los aceites y las expectativas en torno a la producción de biodiésel en Indonesia terminaron sosteniendo las cotizaciones.

Los cereales mostraron variaciones más moderadas. El trigo se negoció a U$S184,09 tras ceder U$S0,46, mientras que el maíz retrocedió U$S0,98 hasta U$S157,08. El USDA proyectó una cosecha récord en Estados Unidos con 427,11 millones de toneladas de maíz, aunque elevó también las estimaciones de demanda externa, lo que suavizó el impacto sobre los stocks.

En el caso del trigo, las existencias globales se ampliaron a partir de incrementos productivos en países como Australia, Canadá, Rusia y Brasil. Pese a esto, los contratos de corto plazo cerraron la semana prácticamente sin cambios.

Con este desempeño, la soja consolidó en el mercado argentino una tendencia alcista que refleja tanto la presión cambiaria local como las señales mixtas del mercado internacional de granos.