El ministro de Economía, Luis Caputo, firmó este jueves dos resoluciones que declaran la emergencia agropecuaria en distintas regiones del país gravemente afectadas por fenómenos climáticos. La medida alcanza a 12 partidos bonaerenses golpeados por inundaciones y a la provincia de San Juan, donde la producción frutihortícola sufrió pérdidas por granizo y peronóspora.

Alcance de la medida

A través de la Resolución 1305/2025, el Gobierno nacional homologó el decreto del gobernador Axel Kicillof, fijando la emergencia agropecuaria entre el 1° de marzo y el 31 de agosto de 2025 en explotaciones de Puán, Tornquist, Nueve de Julio, Carlos Casares, General Lamadrid, Coronel Suárez, Guaminí, Bolívar, Tapalqué, Veinticinco de Mayo, Saladillo y Roque Pérez.

En paralelo, mediante la Resolución 1306/2025, se oficializó la emergencia en San Juan, con vigencia desde el 1° de abril de 2025 hasta el 31 de marzo de 2026, abarcando cultivos de vid, membrillo, alfalfa, almendro, durazno, granada, nogal, manzana, pera, cereza, ciruela, olivo, pistacho, tomate, melón, sandía, cebolla y otras hortalizas. Los departamentos alcanzados son Angaco, 9 de Julio, Caucete, Chimbas, Sarmiento, Santa Lucía, Pocito, Rivadavia, Rawson, San Martín, Zonda, Iglesia, 25 de Mayo, Albardón, Ullum y Jáchal.

Beneficios previstos

Las medidas se enmarcan en la Ley 26.509 de Emergencias Agropecuarias, que otorga a los productores afectados prórrogas y exenciones impositivas, asistencia crediticia y beneficios financieros, con el objetivo de mitigar las pérdidas. Además, en Buenos Aires, la administración provincial resolvió extender la emergencia hasta febrero de 2026 en cuatro distritos del oeste bonaerense, otorgando beneficios fiscales adicionales.

La decisión fue avalada en la Comisión Nacional de Emergencias y Desastres Agropecuarios (CNEyDA), integrada por organismos técnicos como el INTA, el Servicio Meteorológico Nacional, representantes del Ministerio del Interior y del Banco Nación, junto con entidades agropecuarias.

Exportaciones agroindustriales en alza

En paralelo al anuncio, el Gobierno destacó que las exportaciones agroindustriales crecieron un 6% en los primeros siete meses del año, alcanzando 65,5 millones de toneladas y un valor de U$S 28.220 millones, según datos procesados por la Subsecretaría de Mercados Agroalimentarios sobre la base de cifras del INDEC.

Los diez principales complejos exportadores concentraron el 87% del valor total: soja, maíz, carne bovina, trigo, girasol, pesca y acuicultura, cebada, lácteos, maní y uva. Entre los rubros con mayor crecimiento se destacan el maní (+47%), el trigo (+31%), el girasol (+25%), la pesca (+7%) y el maíz (+3%).

Diversificación y mercados de destino

Entre los productos con alto valor unitario, se destacaron las semillas (U$S 45.500 la tonelada), los aceites esenciales (U$S 23.000), la carne bovina deshuesada (U$S 10.428) y el aceite de jojoba (U$S 9.528). También se registraron exportaciones en crecimiento de quesos, vinos espumosos, jugos concentrados y productos diferenciados listos para consumo.

Los principales destinos de las exportaciones fueron China, India, Brasil, Vietnam, Chile, Estados Unidos, Perú, Arabia Saudita, Malasia y Países Bajos, que en conjunto representaron más del 50% del total exportado.

Un sector entre la crisis y la recuperación

El contraste entre las emergencias climáticas locales y la expansión exportadora global refleja la dualidad que enfrenta el agro argentino. Mientras miles de productores de Buenos Aires y San Juan sufren pérdidas por fenómenos extremos, la diversificación de la oferta y la apertura de nuevos mercados consolidan al país como un actor clave en el comercio agroalimentario mundial.