Los derechos de exportación (DEX) volvieron a ocupar un lugar central en la recaudación fiscal argentina. En junio, aportaron US$1032 millones, lo que representó el nivel más alto de participación en los ingresos tributarios nacionales desde comienzos de 2024. Según datos oficiales procesados por Data Miazzo, los DEX alcanzaron el 17,9% de la recaudación total, con una suba de casi 7 puntos respecto al 11% registrado en mayo.

El repunte coincidió con el avance de la cosecha gruesa y un mayor volumen de liquidación por parte del complejo agroexportador, especialmente soja y maíz, que motorizó el ingreso de divisas y dinamizó la recaudación.

US$3813 millones acumulados en el semestre

En el primer semestre de 2025, los derechos de exportación generaron ingresos por US$3813 millones. Esto representa un crecimiento del 20% en comparación con el mismo período del año pasado, cuando la recaudación se vio afectada por la sequía y una caída en la producción agrícola.

Si bien los valores actuales no alcanzan los récords históricos logrados en 2022 —cuando el “dólar soja” impulsó ingresos mensuales superiores a los US$3000 millones—, los analistas destacan la recuperación en curso como un dato positivo dentro del contexto económico actual.

Mejora sostenida y perspectiva favorable

La evolución de los DEX desde 2018 ha mostrado una marcada volatilidad, sujeta a condiciones climáticas, precios internacionales y políticas impositivas. En los últimos meses, sin embargo, la tendencia cambió: “La proporción de los derechos de exportación sobre la recaudación total había caído durante gran parte de 2023 y principios de 2024, pero el dato de junio 2025 marca un punto de inflexión”, señalaron desde Data Miazzo.

De sostenerse las condiciones actuales —buenos rindes, precios estables y sin reformas tributarias de impacto—, la participación de los DEX podría consolidarse en la segunda mitad del año.

Un alivio para el agro que impulsó el registro de ventas

A pesar de que entre enero y junio la reducción de retenciones implicó un “costo fiscal” estimado en US$1026 millones, según registros de las Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior (DJVE), el impacto fue compensado por una respuesta positiva del sector exportador. Solo en junio se anotaron ventas por 13,6 millones de toneladas de soja y subproductos, casi siete veces más que en el mismo mes de 2024.

En las últimas dos semanas de junio se declararon exportaciones de soja y maíz por US$3438 millones. Como el 95% de estas operaciones debe liquidarse en un plazo máximo de 15 días, se espera un ingreso de divisas significativo en el corto plazo.

Retenciones: tensión política y discusión de fondo

A pesar del repunte en la recaudación, el tema de las retenciones sigue generando tensiones en el frente político y en el vínculo con el campo. Mientras el Gobierno busca sostener parte de los ingresos fiscales sin frenar las exportaciones, desde las entidades rurales insisten en que “las retenciones deben ser eliminadas definitivamente”, como advirtió la Mesa de Enlace en recientes comunicados.

El sector agroexportador vuelve a aportar una porción sustancial de los dólares fiscales, en un momento en que el Gobierno necesita reforzar el superávit y estabilizar las cuentas públicas. Al mismo tiempo, el incremento en la recaudación pone de relieve la dependencia estructural del país respecto al agro como generador clave de divisas.