En el cierre de la ventana extraordinaria por las retenciones cero, el Gobierno acumuló apenas una porción de las divisas que ingresaron por las exportaciones agroindustriales. La incertidumbre por el dólar y las reservas marca el rumbo para octubre.
La baja temporal de las retenciones al agro, que estuvo vigente por 48 horas, generó un récord de liquidaciones en el mercado oficial. Sin embargo, el Tesoro no logró capitalizar ese ingreso de manera plena. Según datos de la Cámara de la Industria Aceitera y del Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-CEC), entre el 23 y el 29 de septiembre se liquidaron US$4972 millones. No obstante, estimaciones privadas calculan que el Gobierno solo compró US$2216 millones, es decir, el 44% del total.
En términos globales, los exportadores declararon ventas por más de US$7000 millones, de los cuales debían ingresar al mercado oficial alrededor de US$6300 millones. Con la fecha límite de este martes, todavía restaban unos US$1300 millones por registrarse. Para analistas del mercado, la porción que efectivamente quede en poder del Tesoro será decisiva para evaluar la capacidad del Gobierno de sostener la acumulación de reservas en los próximos meses.
Consultoras como Outlier remarcaron que, con excepción del viernes —cuando nuevas restricciones cambiarias alteraron la operatoria—, el Tesoro compró menos del 40% de las divisas liquidadas por el agro. Para Juan Manuel Franco, economista jefe de Grupo SBS, esta dinámica, sumada a la brecha cambiaria que ronda el 10%, es un foco de tensión. “La menor duración posible de las restricciones es clave. De lo contrario, el efecto puede ser contrario al buscado y terminar debilitando el nivel de reservas”, advirtió.
Mientras tanto, los operadores señalan que la demanda privada de dólares aumentó con fuerza durante esta ventana especial. Parte de ese interés responde a compras para atesoramiento, pero también a necesidades comerciales, como adelantos de pagos o financiamiento limitado. En ese escenario, la puja entre el Tesoro y los privados redujo la capacidad de acumulación de divisas por parte del Estado.
De cara a octubre, la atención estará puesta en cómo se moverá el tipo de cambio oficial dentro de la banda cambiaria, cuyo techo se ubica en $1480,70. Los analistas de Portfolio Personal Inversiones advirtieron que, con la liquidación extraordinaria fuera de escena, la oferta de divisas será menor y la demanda se mantendrá elevada, lo que presionará sobre el dólar oficial. A esto se sumará el impacto del pago de sueldos, que inyecta pesos al mercado y potencia la presión sobre la divisa.
Aunque el Gobierno podría cerrar el proceso con cerca de US$3000 millones en sus arcas, los compromisos externos siguen marcando el límite. En noviembre habrá que afrontar pagos al FMI por US$500 millones y en enero de 2026 vencen intereses y capital de bonos soberanos. Por eso, aun con la medida de alivio transitoria, la incógnita central se mantiene: ¿podrá el Tesoro fortalecer reservas en un contexto de demanda creciente y compromisos financieros pesados?