Es una actividad exceptuada para circular en cuarentena por el DNU del Gobierno nacional.
El gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saá, decidió cerrar todas las fronteras de la provincia y no dejar pasar a nadie para evitar que se propague el coronavirus, sin importar si es una actividad que está exceptuada por el DNU firmado por el ejecutivo nacional cuando declaró la emergencia sanitaria y decretó el aislamiento social, preventivo y obligatorio.
Mientras tanto en Córdoba, que limita con la provincia puntana, están muy enojados porque en el límite fronterizo hay varados productores y trabajadores agropecuarios. Esto se da porque ambas provincias mantienen un movimiento fluido, sobretodo en la zona sur, porque hay ruralistas que tienen explotaciones a uno u otro lado y cruzan frecuentemente.
Desde la entidad gremial agropecuaria CARTEZ, que está adherida a la CRA, y nuclea a los productores de Córdoba, La Rioja, Catamarca y sur de San Luis, emitieron un comunicado titulado “el feudalismo de San Luis atenta contra el federalismo y la producción”.
Los inconvenientes se profundizan porque esta es la época de levantar la cosecha de soja, y sino se realiza se pierde explican los productores.
Por otro lado está el caso de los productores que ya no pueden ir de un lado a otro ni siquiera a llevar comida a quienes están trabajando.
“La situación es desastrosa; es un blindaje provincial. Hay actividades de tambo, de feedlot, de soja, todo parado”, sostuvo Javier Rotondo, presidente de Cartez y de la Sociedad Rural de Río Cuarto.
Para llevar alimentos a los animales un camión llega al límite entre las provincias y “ahí deben descargar y subir todo a otro”, contó Rotondo.
El dirigente rural aseguró que desde Córdoba se hicieron gestiones y el gobierno puntano accedió a “flexibilizar” las medidas, pero denuncian en el transcurso que duren las negociaciones los gastos se multiplican lo que perjudica a la actividad.