Así se desprende de los números de la Bolsa de Comercio de Rosario.
Un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) ratifica que Argentina tiene un rol preponderante en el mapa mundial de la soja, fundamentalmente en lo que se refiere a uno de los principales subproductos de la oleaginosa: la harina.
Se trata de un liderazgo que podría potenciarse a partir del próximo año, cuando comiencen a efectivizarse las primeras exportaciones de la historia a China.
Según el estudio de la entidad rosarina, Argentina es el cuarto productor mundial de harinas de soja: unas 30 millones de toneladas para el ciclo 2018/19, 13 por ciento del total mundial. El mayor originador del mundo es China, que es también el principal consumidor.
Pero en lo que se destaca el país es en que es el mayor exportador mundial. Para esta campaña, se estima el envío al exterior de 28 millones de toneladas, 42 por ciento del comercio mundial. Es casi el doble que el segundo en la lista, Brasil, con 16 millones de toneladas.
La BCR explica que esto ocurre por el nodo exportador del Gran Rosario enfocado en la exportación y también porque tanto Estados Unidos como Brasil poseen poblaciones muy superiores a la de Argentina y que tienen un mayor consumo interno de harina de soja. Se utiliza como alimento de los bovinos que producen carne y leche.
La harina de soja es, además, la mayor fuente de divisas de la Argentina: en 2018, aportó más de 9.000 millones de dólares, 15 por ciento del total sumado por todas las exportaciones del país. Junto al poroto y al resto de los subproductos, el complejo sojero contribuye con uno de cada cuatro dólares que cada año ingresan a la Argentina.