«La preocupación hoy está dada por los altos niveles de stock con los que cuentan la industria alimenticia y bocas de supermercados que nuevamente tendrán doble viento de frente. En principio incremento de costos por la devaluación y recaída de ventas luego que la inflación comenzaba a descender y el poder adquisitivo tendría margen para recuperar terreno y en segundo lugar nuevamente encontrará tasas superiores al 75% para financiar el capital de trabajo», añadió.
Durante la jornada de ayer, en medio de la turbulencia financiera y la tensión en los mercados, los proveedores, comerciantes y empresarios pymes alertaron que «no hay listas de precios», por lo que «nadie quiere vender insumos». Las concesionarias de autos también paralizaron las ventas a la espera de tener un precio sobre el cual posicionarse. Y es que hay que recordar que en el arranque del lunes post electoral el dólar arrancó en el mercado online ya a cerca de $50 sobre los $46,55 del viernes, llegó a $62 y luego moderó algo el alza para cerrar en $57,30.
Ahora se espera ver qué ocurrirá con las listas de precios en los supermercados con los alimentos. También el impacto que pueda tener en los surtidores de naftas, sector con el que el Gobierno había pactado un freno en las subas de cara a las elecciones. Además, otro sector sobre el cual hay atención son las cuot