Jair Messias Bolsonaro, obtuvo la mayor parte de los votos en las elecciones presidenciales de ayer en Brasil, y deberá competir en balotaje con Fernando Haddad, candidato de Lula, el 28 de diciembre.

Bolsonaro –quien obtuvo más del 46% de los votos, mientras que Haddad logró alzarse con el 28%– constituirá, en caso de ser elegido presidente, un factor sustancial de cambio para el agro argentino en particular y del Mercosur en general.

La plataforma electoral de Bolsonaro –si bien no cuenta con muchas precisiones– está fundamentada en la instauración de una economía de mercado con reducción de la estructura del Estado, lo que implica un abandono del modelo de economía cerrada o de “sustitución de importaciones”. “Ideologías oscuras, como el dirigismo, generaron inflación, recesión, desempleo y corrupción”, señala el documento.

El “Proyecto Fénix”, como se titula el documento que contiene la plataforma, no hace mención alguna al Mercosur, de manera tal que no es posible saber si el plan económico de Bolsonaro contempla renegociar las condiciones del bloque común con sus socios sudamericanos o directamente abandonar el mismo.

Según detalla el sitio Valorsoja.com, buena parte del éxito de la figura de Bolsonaro se explica por un discurso directo, confrontativo y lejano de las fórmulas “correctas” que una cantidad creciente de personas asocia con la incapacidad para resolver problemas cotidianos por parte de los políticos tradicionales.

“En los últimos 30 años el marxismo cultural y sus derivaciones, como el gramscismo, se unió a oligarquías corruptas para minar los valores de la nación y de las familias brasileñas”, indica la plataforma de Bolsonaro.

“Luego de 30 años en lo que la izquierda corrompiera la democracia para provocar un estancamiento de la economía, nosotros restableceremos el orden y progreso por medio de un gobierno liberal demócrata”, añade.

El documento promete “tolerancia cero con el crimen, la corrupción y los privilegios”, además de reducir progresivamente la presión tributaria, introducir un régimen de mayor flexibilización cambiaria (probable mención a una devaluación competitiva) y crear un sistema de pensiones privado.

“Las economías de mercado son históricamente el mayor instrumento de generación de riqueza, empleo, prosperidad e inclusión social. Gracias al liberalismo, millones de personas están siendo salvadas de la miseria en el mundo”, remarca la plataforma.

Bolsonaro promete que equilibrará las cuentas públicas “en el menor plazo posible” para reducir el déficit primario y buscar el superávit. Para eso reducirá la cantidad de ministerios (Brasil cuenta con 23 ministerios y seis unidades que tienen rango ministerial). “Más Brasil, menos Brasilia”, asegura.

Entre las propuestas se incluye también la reducción de la deuda pública por medio de privatizaciones, concesiones y venta de inmuebles públicos. “Algunas instituciones estatales serán liquidadas, otras privatizadas y una minoría, por su carácter estratégico, preservadas”, indica la plataforma.

En lo que respecta al sector agropecuario, Bolsonaro aseguró que pondrá el foco en la seguridad rural –la mano dura es uno de los ejes de su campaña–, inversiones en logística y “políticas específicas para consolidar y abrir nuevos mercados externos”.

El pasado 2 de octubre los 261 diputados y senadores nacionales brasileños –de diferentes fuerzas políticas– que integran el Frente Parlamentar da Agropecuária (más conocido como la “bancada ruralista”) anunció su apoyo oficial a Bolsonaro.